El Foro Regional Golfo Centro– Norte de Morena, en defensa de los ríos, bosques y territorio, rechazó todos los proyectos de minería a cielo abierto que se pretenden instalar en los estados de Puebla y Veracruz, solidarizándose con la lucha de los pueblos originarios, como es el caso de Zacapoaxtla.
El documento fue entregado a Andrés Manuel López Obrador durante su visita el sábado al municipio serrano de Teziutlán, donde cerró su gira por seis localidades del estado de Puebla, previo a los comicios del 7 de julio.
La intención de que llegue a sus manos es que frene la construcción de los llamados “proyectos de muerte” en ambas entidades, que impulsan los gobiernos estatales y federales.
Entre los organizaciones firmantes del resolutivo está la Sociedad Cooperativa Tosepan Tomi, Alianza de comunidades y usurairos en defensa del río Bobos–Nautla; Citroamiel, Civitas AC, Organización CNPA–MN, Centro de Desarrollo Rural Quetzalcóatl AC, Rescatando Pancho Pozas, Unitona, Cocyp Ayotoxco, Sexta Declaración de la Selva Lacandona, Servicios Ambientales Chignautla, Unión de pescadores marítimos ribereños de Casitas AC, Asociación Civil Misantla, y Todos Unidos como Pueblo–Papantla, de la Red Nacional de Derechos Humanos, entre otros.
El documento indica que los participantes en dicho foro reprobaron la imposición de proyectos que ponen en riesgo el ambiente, los recursos naturales, la integridad física de los habitantes y la supervivencia de las comunidades de la región, debido a la destrucción del hábitat.
“El agua ni la tierra son mercancías que se acapara y se compra como artículos suntuosos; los ríos no se venden y con la vida se defienden”, enfatiza.
También exige respeto a la determinación de los pueblos al amparo del artículo 2 constitucional, sobre la aceptación o negativa de la instalación de proyectos que ellos consideren dañinos para sus familias y recursos naturales.
Los firmantes se pronunciaron en contra de la formulación de leyes, reglamentos y ordenamientos que permitan o incentiven la destrucción del ambiente, los recursos naturales y la vida misma.
Asimismo, se comprometieron a defender la cultura de sus pueblos originales y su hábitat.
Además, pidieron respeto al Acuerdo 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Las organizaciones sociales exigieron al Congreso de la Unión modifique la Ley de Aguas Nacionales, para que el caudal de los ríos no sean desviados de su cauce natural, para evitar que se sequen los afluentes y con ello se degrade el ecosistema.
Por último, acordaron defender su integridad física, los ríos, bosques y territorio, mediante el diálogo, la concertación, con la utilización de los instrumentos técnicos, legales y la fuerza de los pueblos.