02 de Noviembre de 2011
Los vecinos harán una asamblea este viernes ante el desarrollo de acciones solapadas en Esquel y resto de la provincia por parte de gobiernos actuales y por asumir, junto a mineras y gestores promineros que pujan por abrir la posibilidad a las explotaciones mineras a gran escala en Chubut.
La asamblea de vecinos será en la Escuela 767 (ex Normal) el viernes 4 a las 18 hs.
En esta ciudad la población se prepara para celebrar 9 años de movilización social favor de la vida, de la producción sostenible por generaciones y contra la actividad minera a gran escala. A fines de noviembre de 2002 fue la primera marcha en Esquel por el NO A LA MINA.
En este momento lLa cuestión minera en Chubut encuentra a un gobierno provincial a punto de asumir por un nuevo período y el municipal por reasumir. En tanto que los funcionarios actuales y los que están por ingresar, de un tiempo a esta parte no hacen declaraciones pero acuerdan con mineras abrir la provincia a los grandes negocios de la megaminería.
Un informe reciente de la Dirección de Minas y Geología de la Provincia del Chubut certificó que existen unas 1.000 solicitudes «vigentes» en etapas previas a la explotación de minerales metalíferos y radiactivos.
Ese es el sustrato concreto que facilitó la administración del actual gobernador Mario Das Neves para generar derechos a favor de las mineras y en ese camino se interpone la Ley 5001, que desde el año 2003 prohíbe en todo Chubut la minería metalífera a cielo abierto y el uso de cianuro.
La inserción prepotente de las empresas mineras en la meseta hace que –entre otros aspectos- los empleados de las comunas usen vestimenta y camionetas de las empresas y éstas reemplazan al estado en distintas funciones.
Denuncian los vecinos que en la pequeña localidad de Paso del Sapo, a 200 km al este de Esquel, el gerente minero Ricardo Bustos trabaja para que los pobladores permitan la exploración y futura explotación minera.
Mientras que en Esquel, los gestores mineros están muy activos con actividades de extorsión y seducción para tratar de «dar vuelta la decisión de Esquel» intentando enfrentar a vecinos contra vecinos.
Los personeros del sector minero están en estrecho contacto con altos funcionarios provinciales y del municipio local lo cual señala su aval en este accionar. Organizan reuniones secretas con grupos de vecinos y comerciantes, ofrecen distintas «ayudas» y hasta puestos de trabajo en mineras. También contratan algún periodista, a ciertos docentes, suman algún referente religioso o barrial y tratan de meterse en clubes y otras organizaciones sociales.