Para rellenar el Cerro Rico de Potosí se requiere de 59 mil bolsas de cemento que se mezclará con polietileno con el fin de reducir el peso, informó ayer Ángel Quintanilla, gerente de la empresa Q&Q, quien logró un acuerdo con Fancesa para que no se afecte la provisión al mercado local.
El empresario dio a conocer que hace como 15 días comenzaron el vaciado del relleno por debajo del cráter porque se halló un bolsón vacío y su relleno era imprescindible para encarar la segunda fase que consiste cubrir el hundimiento de la cumbre.
El ingeniero a cargo de la obra calcula que se tendrá que vaciar más de 10 mil metros cúbicos de material lo que equivale a un edificio de 14 pisos, construido en un área de más de 500 metros cuadrados.
Una vez que se inicie el relleno del hundimiento (en una semana) se requerirá de 480 bolsas de cemento por día con el fin de cubrir el área que en junio de 2010 se hundió generando un cráter en la cumbre del yacimiento el cual se fue ampliando con el paso del tiempo.
Las organizaciones sociales de Potosí demandan el inicio de las obras y salvar al cerro que es yacimiento minero, pero también un recurso patrimonial declarado por la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio de la Humanidad.
El gerente regional de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Gilberto Mirabal, resaltó la importancia del trabajo que impedirá que siga creciendo el deterioro de la cumbre y para lo cual se está invirtiendo 16.8 millones de Bolivianos de los cuales la Comibol aporta 10 millones y la Gobernación 6.8 millones.
El proyecto consiste en el relleno del hundimiento con un material aligerado que será preparado con cemento, arena y plastoformo en pelets cuya resistencia será de 64 kilos por cada centímetro.