El uranio es un mineral que todavía no ha sido muy explotado en nuestro país, pero según diversas exploraciones de empresas privadas, el Perú estaría sobre grandes yacimientos uraníferos. María Elena López, profesora del Departamento de Ciencias, explica cuáles son las ventajas y desventajas a tomar en cuenta para explotar un mineral altamente peligroso como es el uranio.
El aumento del precio del petróleo, hace que cada vez se busquen otras fuentes de energía y el que se haya encontrado uranio en nuestro territorio nos hace particularmente atractivos para las empresas mineras, por ser uno de los minerales que provee de una gran cantidad de energía que no emite gases de efecto invernadero.
En distintos distritos de Puno se ha encontrado una gran cantidad de uranio. Pero lo que más ha asombrado, es que el mineral se encuentra en las capas superiores de la Tierra. “Cuando se encuentra el mineral, raramente está cerca de la superficie, pero en esta región no es así por lo que no sería necesario excavar mucho para extraerlo”, explica la profesora López.
Naturaleza radioactiva
El uranio es un elemento radiactivo natural que se encuentra en forma de mineral en estado óxido, es decir, unido a otros elementos que lo hacen menos dañino en la fase de explotación y para llegar a la fase del uranio activo se necesitan varios procesos químicos. “El uranio no se encuentra como elemento solo, que es el más dañino, sino en forma de diferentes minerales y se debe seguir toda una fase de separación para obtener uranio puro”, menciona la doctora en física.
Sin embargo, la especialista hace hincapié en que este mineral sigue siendo peligroso, ya que al encontrarse muy cerca de la superficie, en la zona pueden emerger otros elementos contaminantes propios de la cadena de decaimiento del uranio. “Las personas que viven en la zona pueden estar expuestas al Radón 22, elemento gaseoso que se desprende del uranio. Además, la agricultura de la zona puede verse afectada, ya que las plantas pueden adherir los elementos radiactivos por las raíces”, menciona la profesora.
Este mineral al estar en su fase pura y en proceso de desintegración emite partículas alfa, beta y gamma, entre otras. Las dos primeras son las más peligrosas, ya que al incidir en los seres vivos produce una ionización por ser altamente energéticos. “Es mucho más alta que los rayos X y si estamos en contacto con el uranio en su cadena de decaimiento natural, nos contaminaríamos y dependiendo de la cantidad, a corto o largo plazo, puede causar daños severos a la salud”, explica la doctora.
Utilización
La empresa canadiense Macusani Yellowcake, encargada de la fase exploratoria, mencionó que antes se encontraba el uranio en una ley baja, esto quiere decir que se debe excavar mucho tonelaje para extraer poco mineral, sin embargo, según sus últimos estudios, vieron que Puno tiene una fase relativamente más rica en uranio, se estima que el 51% de cada tonelada es aprovechable. De ahí, lo que sigue es un proceso para liberar el uranio.
La profesora explica que el uranio tiene muchas aplicaciones, como para esterilizar material quirúrgico y descontaminar alimentos, ya que con la radiación gamma se puede matar elementos patógenos. Por otro lado, con poca cantidad se puede hacer un reactor nuclear y generar energía que llega al orden de megaelectronvoltios.
Sin embargo, por su alto contenido de radiactividad, puede ser utilizado en la fabricación de bombas que buscan el uranio por su alto contenido contaminante y tiene una vida media de 4 mil millones de años, pero para eso es necesario tenerlo en su forma pura. “En la producción de las bombas sucias, se dispersa el contaminante a nivel de partículas pequeñas lo que hace difícil su limpieza, se vuelve algo perenne entre nosotros”, agrega la doctora López.
Uranio peruano
El que nuestro país sea altamente sísmico hace que la posibilidad de utilizar reactores nucleares como fuente de energía, sea cada vez más lejano. Para la profesora López, la falta de protocolos de seguridad hace que la explotación de este tipo de mineral sea aún más peligrosa.
La profesora señala que por ser un mineral dañino, pocas personas se aventuran a manipularlo, pero se sospecha que se dio un tipo explotación camuflada como parte del comercio informal. “Falta reglamentación, los reglamentos que hay son muy pobres y poco claros, debería haber participación de organismos independientes y científicos que sepan de productos que por su propia naturaleza son nocivos”.
Es por esta falta de reglamentación en el proceso de explotación, que la especialista considera que este proceso sería igual de contaminante, añadiéndole los riesgos ambientales y los propios peligros de manejar un elemento que emite radiación en todo momento. “Si tengo una roca de uranio, en su fase menos contaminante, siempre va a estar decayendo y botando radiactividad, pero es un elemento de la naturaleza, el problema está en cómo va a ser utilizado”, finaliza la doctora López.