El nuevo director del Departamento de Ingeniería de Minería de la Pontificia Universidad Católica, Rodrigo Pascual, informa que durante marzo inaugurarán un nuevo edificio, acompañado de un museo, un laboratorio y un faculty club.
En el marco de los fuertes retos que enfrenta la industria minera en cuanto a educación orientada a las necesidades del sector, el nuevo director del Departamento de Ingeniería de Minería de la Pontificia Universidad Católica, Rodrigo Pascual, da cuenta de la formación que buscan darles a sus profesionales y detalla el crecimiento que tendrán sus instalaciones.
¿Qué sello marcará su gestión?
Creo firmemente en la necesidad de formar personas, profesionales de alta calidad, investigar y convertir estas dos cosas en valor agregado, lo que se traduciría en emprendimiento. Para ello es necesario fomentar el conocimiento y el espíritu emprendedor, así como generar alianzas para crecer en cuanto a académicos y espacios. Actualmente tenemos alianzas con la industria, sobre todo en el tema de innovación y emprendimiento, con otros departamentos tanto de esta facultad como de otras, así como también con centros de minería en el mundo.
Otro tema importante en este sentido es focalizar, es decir, concentrar esfuerzos en distintas aéreas para convertirnos en un referente mundial.
¿En qué se diferencia la Ingeniería de Minería UC respecto del resto de las universidades?
El ingeniero UC tiene una marca registrada, es lo que llaman el alumno tipo T, donde la columna de la T tiene altas competencias ingenieriles y los hombros tienen, por un lado, una buena capacidad de gestión y, por otro, una buena cantidad de herramientas de evaluación económica de proyectos, lo que hace que sea un ingeniero muy integral.
Con lo anterior, pretendemos que el ingeniero UC sea reconocido como un agente de cambio en los sistemas donde entra a trabajar. Queremos potenciar este cambio, para que no sean personas que solo estén elaborando estrategias y planificando, sino que también estén preparados para “hacer el servicio militar” en el cerro y que desde ahí instruyan su carrera hacia las gerencias.
Nos estamos fijando en la formación del trabajo en equipo, capacidad de autoaprendizaje y autoevaluación. También hemos introducido cursos de ética en la ingeniería, ya que un actuar poco ético, como en lo visto en el caso de los 33, provoca colapsos en las estructuras. Eso, en el contexto de ser una universidad católica.
¿Cuánto han invertido en infraestructura?
Hemos invertido aproximadamente US$4 millones. Hoy en día se está terminando el edificio Luksic, el cual se inaugurará durante marzo de este año. Eso viene acompañado de un museo, de un laboratorio y un faculty club. Según los cálculos, prácticamente vamos a doblar los metros cuadrados que tenemos actualmente.
¿Cómo describe la calidad del plantel académico?
Hay gente destacada. Podemos contar entre nosotros con el profesor Gustavo Lagos, bien conocido en el medio; Mario Durán, ingeniero matemático y especialista en estabilidad de macizos; también con Ronald Guzmán, experto en tronadura; Álvaro Videla, ex alumno UC y experto en procesamiento de minerales; y con Jose Botín, ingeniero en minas, experto en evaluación de riesgo en proyectos mineros (y ex Director del Departamento de Ingeniería de Minería).