Prácticamente la mitad del territorio de Ensenada, el municipio más extenso del país, se encuentra concesionada a empresas privadas para la explotación minera y generación de energía eólica. Entre los propietarios de esas firmas se encuentran Carlos Slim, Germán Larrea y Alberto Bailleres, de acuerdo con un estudio dirigido por la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México.
De manera gradual, durante un siglo, las empresas empezaron a posesionarse de millones de hectáreas en una región estratégica, pues se encuentra en la península de Baja California, entre el océano Pacífico y el Mar de Cortés, lo que se acentuó durante los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.
La superficie de Ensenada es de 5 millones 248 mil 240 hectáreas, de las cuales 43.6 por ciento tiene algún tipo de concesión.
La mayor parte de este territorio fue habitado por comunidades nativas de la península (kiliwas, kumiais, pai pai y cochimis) y existen zonas como el Valle de los Cirios, el área protegida de flora y fauna más grande de México, donde el entonces presidente Felipe Calderón otorgó 368 concesiones con una superficie de un millón 881 mil 868 hectáreas.
En la actualidad, el presidente Enrique Peña Nieto ha otorgado 44 títulos de concesión en el municipio, que representan 240 mil 805 hectáreas; en su tiempo, Vicente Fox cedió 155 permisos con una superficie de 147 mil hectáreas.
Además de la inversión canadiense, estadunidense y china, los tres corporativos mexicanos concesionarios son los grupos Peñoles, de la familia Baillares; México, de Germán Larrea, y Frisco, de Carlos Slim.
La empresa de Larrea tiene en la entidad 72 mil 131 hectáreas, la compañía de Slim Helú alcanza 560 mil 492 hectáreas, y los Bailleres 8 mil 449 hectáreas.
El Grupo Peñoles obtuvo 756 títulos de concesión en este municipio durante el sexenio del panista Vicente Fox, aunque Calderón Hinojosa le otorgó 405 permisos más, y el priísta Ernesto Zedillo entregó 89; en lo que va de la administración de Peña Nieto se ha hecho acreedor a 21 concesiones.
En el actual gobierno, Frisco recibió en Ensenada nueve títulos, mientras con Zedillo fueron 64; con Calderón, 167, y 288 con Fox.
En tanto, Grupo México recibió en conjunto, durante los gobiernos panistas de Fox y Calderón, un total de 411 títulos de concesión, entre los que se encuentra la minera de plata y oro El Arco, en las inmediaciones de Baja California y Baja California Sur.
En la actualidad, la participación extranjera en la minería en exploración es de 70 por ciento. De esta cifra, Canadá participa con 74 por ciento, Estados Unidos, con 15 por ciento, y China 8.3 por ciento.
“El auge de los consorcios mineros en los recientes 20 años estuvo favorecido por el alza de los precios de los metales, pero también por la complacencia ante la exploración y explotación de las áreas concesionadas, sin atender reclamos laborales y sociales de las comunidades mineras”, explica el estudio, dirigido por Jaime Martínez Veloz.
Agrega que las concesiones se otorgaron mediante exiguos pagos fiscales y con ínfimas regalías a los originales dueños de tierras y aguas, por lo que ante esta bonanza la inversión minera creció en 11 años, desde 2002, de 250 millones de dólares a 8 mil millones.