Vanessa Schaeffer 18/06/2021
Imagen: Agora RSC
Durante los últimos años las principales economías del mundo[2] se han comprometido a lograr ser carbono neutral para el año 2050[3]. La carrera por alcanzar las cero emisiones netas (en inglés, Net-Zero) es urgente para que la temperatura de nuestro planeta no aumente en más de 1.5°[4] y evitemos así (para ponerlo en simple) el riesgo del colapso de los ecosistemas que dan sustento y hacen posible nuestra vida.
Para alcanzar esta meta, necesitamos dar un impulso sin precedentes a la producción de energías de bajas emisiones en todo el mundo, esto es, dar paso a una transición energética global agresiva que logre dejar atrás la quema de carbón y de combustibles fósiles. Energía solar y eólica, vehículos eléctricos y sistemas de transporte electrificados, son esenciales para dar el paso definitivo hacia sistemas de energía limpia. En la base de estas tecnologías está un aspecto clave que países industrializados e inversionistas ya tienen en la mira: la transición energética global necesitará de muchos minerales, muchos más de los que extraemos ahora.
De un uso intensivo de combustible a un uso intensivo de minerales
Para alcanzar las metas climáticas del acuerdo de París, nuestros sistemas de energía pasarán de un “uso intensivo de combustibles a un uso intensivo de minerales”[5], señala Tim Gould, Jefe de la División de Suministro de Energía e Inversiones, de la Agencia Internacional de Energía (AIE)
Esto sucede, entre otras razones, porque las tecnologías de energía limpia (por la manera en la que estas producen y almacenan energía) requieren de considerablemente más materiales y minerales que nuestros actuales sistemas de energía basados en combustibles fósiles[6]. Estas tecnologías crecen rápidamente en el mundo, con lo que aumenta también su parte sobre la demanda global de minerales. Así, con las transiciones, el sector energético se va transformando en uno de los principales sectores en la demanda de minerales. En un escenario (ideal) en el que las principales economías del mundo cumplen con sus compromisos climáticos y cambian hacia sistemas de energía limpia, esta tendencia se multiplicaría con importantes consecuencias sobre la demanda de minerales a nivel global.
En su último reporte sobre minerales y transición energética[7], la Agencia Internacional de Energía calcula la demanda futura de minerales de acuerdo a dos escenarios proyectados: uno en el que los países cumplen con sus compromisos climáticos y alcanzan ser carbono neutral a tiempo, en el 2050, denominado escenario de Desarrollo Sostenible (SDS, por sus siglas en inglés); y otro en el que las medidas y planes que tenemos en la actualidad guían el sector energético, muy lejos de alcanzar las metas climáticas trazadas, denominado Escenario de Políticas Declaradas (STEPS).
Ambos escenarios coinciden: para el año 2040 la demanda total de minerales para el desarrollo de energías limpias aumenta considerablemente, esta se duplica, en el escenario STEPS y hasta cuadruplica en el escenario en el que cumplimos las metas de París (SDS).
En ambos escenarios, los vehículos eléctricos y las baterías son responsables por casi la mitad del crecimiento de la demanda de minerales para tecnologías limpias de las siguientes décadas[8]: su demanda crece de diez (STEPS) a treinta veces (SDS) hasta el 2040. Si bien el crecimiento de la demanda es mayor para aquellos minerales vinculados a la producción de baterías y almacenamiento de energía (como el litio, cobalto, níquel, manganeso), no obstante los minerales para la producción de energía (energía solar, eólica) y redes de interconexión (como el cobre o el molibdeno) también incrementan su demanda. En el caso del cobre[9], metal base e indispensable por su excepcional capacidad térmica y de conducción eléctrica (clave para las redes de tendido eléctrico) su demanda para energías limpias crece de 24% (actual) a 30% en el 2040 (STEPS) y 45% (SDS). En el caso del litio[10], esencial para baterías, en un escenario SDS su demanda para energías limpias aumenta a más del 90%.
Grandes transiciones, grandes desafíos
Transitar hacia sistemas de energía limpia durante los próximos diez años es urgente e indispensable. Para evitar el colapso de los ecosistemas que sostienen nuestra vida y la de las generaciones futuras, tenemos que dejar atrás la quema de combustibles fósiles.
Sin duda, la transición significará una mayor extracción y procesamiento de minerales. Aunque los escenarios evaluados están sujetos a un gran rango de incertidumbre (dependiente de variables tan impredecibles como las políticas que adopten los países, las decisiones de inversión, el nuevo desarrollo tecnológico, etc.), la tendencia es clara: alcanzar las metas del Acuerdo de París tendrá un efecto crítico sobre la demanda de minerales en mundo. Con ello, aumentará la presión sobre los territorios de los países productores en un contexto en el que todavía no se han superado grandes desafíos pendientes como los graves impactos ambientales y sociales que estas operaciones tienen a nivel local. Esto sucede no solo en los Andes del Perú (como segundo productor de concentrado de cobre mundial) sino también en otros países de extracción: a la fecha el 70% de los proyectos mineros de las 6 empresas mineras más grandes del mundo operan en regiones con estrés hídrico[11]. Estos proyectos operan muchas veces además en territorios indígenas, megadiversos, impactando gravemente en ecosistemas claves para la vida de la población local.
¿Cómo superar estos desafíos? La extracción minera de ahora (y con ello empresas y estados detrás) tiene que cambiar de enfoque. Sus impactos son evidentes y las estrategias basadas únicamente en Responsabilidad Social Corporativa, compromisos voluntarios y marketing corporativo son insuficientes. Mayores y mejores estándares, que protejan el agua, el aire y el territorio y su gente, son indispensables, así como mecanismos que aseguren su cumplimiento.
Al mismo tiempo, los desafíos ambientales no se pueden abordar únicamente con una transición tecnológica: es necesario también evaluarlos desde una perspectiva de suficiencia y preguntarnos ¿hasta qué punto debe y puede crecer la producción de energía, sin causar nuevos desequilibrios a los ecosistemas? Como ya muchos han apuntado, nada puede crecer infinitamente en un mundo físico con recursos finitos.
Estados, empresas y sobre todo, territorios locales deben prepararse construyendo gobernanza para las transiciones. El suministro de minerales, la transición energética y en buena cuenta, el futuro de nuestros ecosistemas y la vida como la conocemos, dependen de ello.
[1]Hund K, La Porta D, Fabregas T, Laing T, Drexhage J. Minerals for Climate Action: The Mineral Intensity of the Clean Energy Transition. World Bank. 2020. pg.11.
[2]Que en conjunto significan el 68% del PBI y el 60% de las emisiones de globales. Black, R., Cullen, K., Fay, B., Hale, T., Lang, J., Mahmood, S., Smith, S.M. (2021). Taking Stock: A global assessment of net zero targets, Energy & Climate Intelligence Unit and Oxford Net Zero.
[3]En simple, ser carbono-neutral/emisiones netas cero/Net-Zero significa que con nuestras actividades (como empresa, país o comunidad global) en balance, no estamos añadiendo más emisiones a la atmósfera. Para lograrlo, en la práctica continuaremos emitiendo pero estas nuevas emisiones deberán ser absorbidas en una cantidad equivalente.
[4]Un aumento de hasta 2° en la temperatura global es considerado el máximo que la Tierra puede soportar sin riesgo de impactos catastróficos en la producción de alimentos, el nivel del mar, la escasez de agua y la pérdida de fauna y flora. Por su importancia, casi todos los países han suscrito el Acuerdo de París, tratado internacional que busca mantener el nivel de temperatura global hasta máximo 1.5°C por encima de niveles pre- industriales.
[5]Tim Gould Head of Supply Division, World Energy Outlook · International Energy Agency. Junio 2021. Presentación del Reporte The Role of Critical Minerals in Clean Energy Transitions. Disponible en:https://www.youtube.com/watch?v=FfpuT1cvYiM&t=1124s
[6]World Bank 2020.Pg.11.
[7]The Role of Critical Minerals in Clean Energy Transitions. World Energy Outlook Special Report. Agencia Internacional de la Energía AIE. 2021.
[8]AIE 2021. Pg.50
[9]AIE 2021. Pg.136
[10]AIE 2021. Pg.141
[11]World Bank. 2020. Pg.13.
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