Eltiempo.com, 4 de marzo 2011
En su primera página de la versión digital, The New York Times, cuenta que con el aumento del precio del oro en los últimos años (la producción del oro escaló el año pasado en más de un 30 por ciento), varios sectores han descubierto una nueva fuente de ingresos que se centra en el departamento de Antioquia y, asimismo, han desatado una guerra por el control de las operaciones.
Desde empresas multinacionales, agricultores que han dejado sus tierras, hasta los grupos armados ilegales están detrás de la minería del oro. Estos últimos «hacen una metamorfosis para sacar ventaja de las oportunidades que ven», según afirma Jeremy McDermott, investigador consultado por la publicación estadounidense.
El problema también implica un deterioro para el medio ambiente. «Los mineros, esquivando las leyes, usan mercurio para separar el oro de los sedimentos del río, lo que ha significado que Antioquia sea uno de los lugares con más alto nivel de polución en el mundo», de acuerdo con Naciones Unidas.
Los reportes oficiales, citados por el diario, indican que unas 67 toneladas de mercurio han sido liberadas en los cuerpos de agua de Antioquia cada año.
Marcello Veiga, ingeniero de minas que lideró el estudio de las Naciones Unidas sobre la contaminación de mercurio en Antioquia, revela en la publicación que Colombia tiene la primera posición en polución per cápita en el mundo por cuenta de la minería artesanal.
El informe del decano de la prensa de los Estados Unidos también sostiene la tesis de que el éxito en los programas de erradicación de drogas, con el apoyo financiero de Washington, ha presionado a los grupos ilegales a buscar nuevas fuentes de financiación.
Particularmente se menciona el caso de las bandas emergentes los urabeños y los rastrojos, quienes se disputan el control de las minas de oro y del tráfico de narcóticos en Caucasia y otras localidades de Antioquia.
En enero, el presidente Juan Manuel Santos reveló que comunicaciones interceptadas a las Farc mostraron que las Farc convirtieron la explotación de oro en otra de sus fuentes de financiación.