Le pegaron a nuestros amigos, amigos noviolentos, amigos y amigas y sus familias. Vecinos y vecinas que reclamaban por un futuro sin cianuro, que pacíficamente quisieron presenciar la sesión de la Legislatura de Chubut, fueron apaleados, golpeados, reprimidos, por un grupo de sindicalistas de la UOCRA que, llevados por el gobierno, en más de 25 micros, los emboscaron cobardemente con palos y cadenas.
Queremos que se vayan los corruptos y los traidores. Queremos que se vayan los que en la Patagonia, con el cartel de la lucha del 70, hoy sostienen la entrada de las corporaciones a fuerza de cadenas y palos contra los vecinos. De esta traición no hay retorno.
Esperamos que no sigan callando cobardemente los que estando en el gobierno rechazan esta entrega. Es quizás la última oportunidad de recuperar la dignidad.
Esperamos los repudios públicos de los sindicatos que no aceptan esta indigna conducta.
Esperamos que se revierta este camino de violencia, saqueo y contaminación.
Esperamos porque tenemos esperanza.
No se hace militancia ni se gobierna pegándole a los hombres, a las mujeres y a los niños.
No les tenemos miedo.
Queremos un mundo mejor y una Patagonia sin megaminería con Agua y Vida.