Finalmente se dio lo que habíamos señalado respecto que la “licitación” del litio no era más que un show que tenía que darle “legitimidad” a lo que ya había sido acordado en las más altas esferas del gobierno: la empresa ganadora no podía ser otra que Soquimich, la empresa del hermano del Ministro de Minería.
El elemento más evidente de que la “licitación” estaba cocinada es el monto que pagó Soquimich, casi 41 millones de dólares, casi 8 veces más de los 5 millones que el mismo Subsecretario de Minería había declarado que se esperaba recaudar con esta licitación. Pero toca la gran casualidad que la empresa que tenía los mejores contactos en el gobierno y sobretodo en la UDI, ofreció 3 veces más que el segundo oferente y 8 veces más que el tercero.