El pueblo de Quillagua es considerado el punto más seco dentro del desierto más árido del mundo, el de Atacama. Ubicado a orillas del río Loa, fue sin embargo un verdadero oasis. Las aguas sustentaban la agricultura y la ganadería, hasta que en los años ochenta las grandes mineras contaminaron su río y compraron los derechos de agua. Desde entonces, el pueblo vive en continua decadencia.
Esta dura realidad es la que muestra el cineasta Jorge Marzuca Venegas en Las cruces de Quillagua, cinta que se estrenará este jueves 10 de julio en salas de todo el país, como parte del programa Miradoc, que busca la difusión de documentales hechos en Chile.