Un grito de resistencia desde la costa a la cordillera. «No tenemos que tener miedo», eran las primeras palabras que un vecino exclamaba interrumpido por llantos ante la emoción de ver al pueblo en su plaza manifestándose. «Ningún gringo me va a decir cómo trabajar mi tierra» manifestaba luego otra vecina bajo la bandera del pueblo mapuche.
Alrededor de un centenar de personas se juntaron ayer en la escuelita del pueblo para rechazar la embestida minera que vienen sufriendo por parte de la canadiense Yamana Gold/Minas Argentinas. Fue una marcha muy emotiva y larga, donde a cada cuadra los vecinos se sumaban a la columna que avanzaba por las calles del pueblo.