El gobierno de Costa Rica celebró una resolución de la Sala Constitucional, máximo órgano jurídico de este país, que cerró la puerta definitivamente a un polémico proyecto de minería a cielo abierto impulsado por una empresa canadiense.
La firma Industrias Infinito, filial de la canadiense Infinito Gold, tenía una concesión de diez años para explotar al menos 19,8 toneladas de oro en la zona norte de Costa Rica. Sin embargo, el proyecto nunca contó con apoyo popular.