Cuando hace cuatro años un grupo de indígenas huicholes mexicanos pidió al cineasta argentino Hernán Vilchez que contara su historia, no intuía que se encontraría con una de las culturas más ricas de Latinoamérica y que formaría parte de la lucha por salvar el territorio sagrado de Wirikuta.
«Con el paso del tiempo me di cuenta cada vez más de la importancia de este lugar sagrado y del valor de este pueblo», dijo el argentino en una entrevista con Efe.
«Sabía que era emblemático, por todo el tema de su vestimenta, porque consumen peyote (…). Tienen una gran mística atrás, pero me di cuenta de que son muy inteligentes, muy sensitivos», comentó.