No pasa un día sin que los medios financieros crucifiquen al oro como opción de inversión y alaben como superhéroes a los burócratas que encabezan las agencias monopolistas de planificación central monetaria del mundo.
Antes de la reciente y brusca caída del precio del oro en abril, fueron difundidos informes pesimistas sobre el oro de Credit Suisse y Goldman Sachs, entre otros. Poco importa que la mayor parte de sus argumentos podían ser fácilmente descritos como espurios.