A la decisión de aplazar en un año la fase de explotación – a 2014 – se sumó el trascendido sobre eventuales cambios en las firmas que se encargarían de finalizar las obras en la alta cordillera, acarreando posibles modificaciones en el cuerpo de trabajadores.
La empresa admitió que está en conversaciones con el sindicato de trabajadores de Pascua Lama, pero aseguró que no es «oportuno hacer mayores comentarios sobre la o las materias que están siendo tratadas en esas conversaciones».
No está tranquilo el ambiente que rodea al millonario proyecto minero binacional Pascua Lama, de la canadiense Barrick Gold.