Si bien el costo operacional es menor, la instalación de los ductos submarinos para trasladar el líquido implica una inversión cercana a los US$ 15 mil millones.
A la espera de una decisión del Ministerio de Obras Públicas (MOP) para impulsar la segunda parte de los estudios de factibilidad técnica y económica quedó el proyecto privado -impulsado por capitales franceses- para construir una «carretera hídrica» en las costas del país, que permitiría trasladar agua de ríos desde la cuenca del Biobío hacia el norte para consumo humano y productivo.