03/11/2009
Policía Nacional sobrevoló la zona y recogió evidencias. Jian Wu descartó la participación de los campesinos de la zona y refirió que la agresión vendría de quienes buscan ahuyentar la inversión en el lugar.
Elízabeth Prado.
A dos días del atentado en contra de la minera Río Blanco Cooper en la región Piura, el gerente general de esta empresa, Jian Wu, descartó la intervención de los campesinos de Carmen de la Frontera en el ataque, y mas bien deslizó la hipótesis de un acto terrorista con la intención de ahuyentar la inversión y provocar una desestabilización política.
En tanto, el general Walter Rivera Alba, jefe de la Primera Dirección Territorial Policial de Piura, informó después de inspeccionar la zona atacada y recoger evidencias, que unas veinte personas ingresaron al campamento minero y tras disparar contra los catorce trabajadores que estaban en ese momento, procedieron a incendiar la instalación.
Los dos agentes de seguridad fallecidos fueron identificados como Luis Gómez Vílchez, y José Severino Zapata. Entre los que lograron escapar del ataque están Teófilo García Campos y José Herrera Guerrero, quienes rinden su declaración ante la policía para esclarecer los hechos.
Además, en horas de la tarde se halló el cadáver del ingeniero Eduardo Ramírez Montero, administrador del campamento.
Mientras tanto ayer, en Lima, la empresa minera Río Blanco Cooper emitió un comunicado en el que manifiesta su preocupación por la desaparición de dos trabajadores y también expresa su compromiso de desarrollar sus actividades con respeto a las comunidades campesinas.
Organizaciones se pronuncian
Por su lado, el Frente por el Desarrollo Sostenible de la Frontera Norte del Perú (FDSFNP), mostró su extrañeza por este suceso que se da precisamente cuando la imagen de Río Blanco Cooper fue dañada por el congelamiento de las cuentas de su matriz Monterrico Metals Plc. por la Alta Corte del Reino Unido que la procesa por la tortura de 31 comuneros y la muerte de uno de ellos.
En otro párrafo del pronunciamiento, el colectivo exige a las autoridades una exahustiva investigación del acto que, según otra versión, podría haberse dado por el disparo accidental de un arma manipulado por un miembro de seguridad.
También comunica su voluntad de diálogo para dar una salida pacífica al problema que tienen con Minera Río Blanco Cooper y el Estado Peruano.