Entrevista a Ydelso Hernández, presidente de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas (CUNARC)
Las rondas campesinas, principales protagonistas de los conflictos socio ambientales, nacieron en los años setenta por una necesidad de administrar justicia en el mundo campesino andino. A pesar de los intentos de sucesivos gobiernos por quitarles autonomía, ganaron espacios y tuvieron un rol decisivo en la época de la violencia política en el país
Sin embargo, con el nuevo siglo, la lucha se volvió ambiental, y los nuevos “adversarios” vinieron de otros países con el auspicio del propio Gobierno. En este nuevo escenario, las rondas han pasado de ser los héroes antisubversivos a villanos “antidesarrollo” en el discurso mediático general.
Servindi conversó con Ydelso Hernández, presidente nacional de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas (CUNARC) sobre la realidad de las rondas campesinas y el emblemático conflicto del proyecto Conga.
– ¿Cómo se originan las rondas campesinas y cuáles son los principales retos y problemas que afrontan?
Las rondas en un principio nacen por necesidad. En los tiempos de los hacendados aparecieron los bandoleros que les quitaban los bienes y lo repartían a la gente. ¿Qué hizo el hacendado?, comienza a organizar grupos, tipo ´rondas´ para cuidar sus bienes. Entonces ya había un indicio de las rondas en los años sesenta y tantos.
En Cuyumalca, cuando surgen las rondas, los campesinos iban a la policía a poner sus quejas por robos, asaltos y de ahí dicen que sale la palabra “ronda”; de un policía que dijo: “¿y por qué no rondan pues?, deben rondar para que no les roben, háganse respetar”, de ahí surge la palabra “ronda”.
Entonces, a partir de ahí comienzan a organizarse. Las rondas primero nacen por la delincuencia y luego por las injusticias que, por incapacidad, el propio Estado no podía resolver.
En ese tiempo, ya había corrupción porque los delincuentes estaban envarados con la policía o el juez o fiscal que rápidamente los absolvían y no pasaba nada. A partir de ahí, las rondas comenzaron a decir “hay que administrar justicia nosotros, no nos queda otra”.
Al principio las rondas ejercían el poder con bastante firmeza, muchos delincuentes de alta peligrosidad servían de abono, los liquidaban y enterraban. Al día siguiente iban con sus yuntas y hacían chacras. Cuando iba la policía no encontraba rastros ni nada, encontraba chacras.
Eso poco a poco fue cambiando, porque ya después dijeron: “hay que aprender a respetar los derechos humanos”, y ya entran en ese tema. Entonces empieza la administración de justicia y surgen los mecanismos, las formas de cómo reeducar, surgen castigos de acuerdo al delito, amonestaciones que se establecen en los estatutos. La ronda es como el médico, tiene que prevenir los males, no solamente es como nació, cuando no sabía qué hacer.
Luego viene otra etapa, el autogobierno, a mirar el desarrollo y la etapa de la autonomía de la independencia, en base a ese criterio está la frase “con leyes o sin leyes las rondas continúan” y por qué, porque ellos veían que prácticamente estas leyes que ahora estamos rechazando, prácticamente no están acorde a las preocupaciones y necesidades de las poblaciones. Por ejemplo, tenemos a un congreso que aprueba leyes y las imponen.
Viene un proceso de etapas, las rondas se convierten en una organización, en pleno siglo veintiuno, que dinamiza y articula al movimiento social y político en nuestro país.
La lucha ambiental
Ahora tenemos un problema serio, por ejemplo, el tema de la lucha en defensa del medio ambiente, mayormente empieza en el año 2000, cuando empieza la transnacionalización del país. Por ejemplo, en Cajamarca las mineras ingresan en los noventas, pero ¿qué encontraron?. Un campesino sumergido en la pobreza, incluso en el poco conocimiento, el analfabetismo, entonces las mineras entran con engaños y mentiras, Yanacocha les compró a 100 soles por hectárea la tierra.
¿Cuándo reacciona el campesino?, cuando ve que atentan contra su dignidad, contra su cultura o sea que rompían su esquema estructural y cultural. Ahí vienen los problemas, cuando siente los efectos negativos.
Para nosotros fue un nuevo proceso de lucha, ya no era la delincuencia común ni especializada. La ronda empieza a resistir contra un invasor respaldado y apoyado por el Gobierno. Por eso es que ahora los campesinos dicen: “la empresa minera está ahí sin nuestro consentimiento, no tiene nuestro permiso, ha violado nuestros derechos consuetudinarios, ha violado nuestros derechos ancestrales”.
El conflicto de Conga
Si la gente se ha empobrecido es por las mentiras de 20 años de minería. Todo es mentira.
Las rondas estuvieron en una situación bien crítica porque no se sabía qué hacer, el Gobierno de Cajamarca, por ejemplo, quería domesticar las rondas, incluso desaparecerlas, distorsionarlas, firmar convenios con el Ministerio del Interior, con una serie de criterios, recientemente.
Estos días que ha estado el Ministro del Interior en Cajamarca, ha ido nuevamente a reagrupar a individuos que no tienen nada que ver con las rondas pero sin embargo ha dicho que va a firmar un convenio con las supuestas rondas, o sea, ya usurpándolas.
Esa estrategia siempre ha sido de los gobiernos de turnos y de las mineras. Ver cómo fraccionar, cómo dividir, incluso han violado los estatutos y la ley de rondas que ahora estamos viendo cómo vamos a denunciarlos.
Yanacocha, para constituir las rondas, tiene que estar con el consentimiento del 50% de la población más uno. Para esto ha ido a juntar a 6, 7 o 12 ciudadanos para completar solamente un comité. Ha formado las rondas e incluso los ha inscrito en registros públicos. Hemos tenido una reunión con Registros Públicos y les hemos dicho que son cómplices de la violación de las mismas rondas campesinas, porque solamente han reconocido a un pequeño grupo, pero no es con el consentimiento de la mayoría. Eso ha ocurrido en los lugares donde opera Yanacocha, alrededor de esas comunidades.
En medio de ese proceso, en un momento no sabíamos qué hacer, pero igual, se levantaron las rondas por el tema de Tambogrande en Piura, en Majaz, Quilish, eran ya las rondas. Decían “Nosotros no vamos a permitir que invadan nuestros territorios”.
El tema del Baguazo fue por irresponsabilidad del propio Gobierno y por el propio chantaje de Mercedes Cabanillas. Me consta. Un día antes del cinco de junio (día del enfrentamiento), el día cuatro a las seis de la tarde, incluso nos reunimos con los altos mandos de la policía, el obispo de Jaén, los alcaldes, y quedó un acuerdo de salir para entrar a las conversaciones y al diálogo con el Gobierno. Incluso se acordó que a las 9 o 10 de la mañana nos retirábamos de ahí. Porque justamente las movilidades tenían que venir desde Nieva para que se retiren las comunidades indígenas, ¿y que pasó?, a las seis de la mañana empezó el ataque.
Todas estas experiencias nos han llevado a esta maduración de cómo mirar las cosas, ahora tenemos claro el panorama. Por ejemplo, ¿qué es la lucha de Conga?, es la gesta de todo el proceso de lucha de los ronderos en todo el norte del Perú. No es así como dicen, allá el tema no es que queremos más agua; el tema ya es que las mineras han violado el territorio sin tener el consentimiento, permiso ni licencia social. El otro aspecto es que los ronderos de Cajamarca están reivindicando sus derechos que han sido frustrados y postergados por casi toda la vida Republicana.
Y por otro lado estamos en resistencia porque incluso los gobiernos al igual que Yanacocha y Newmont están atentando contra el modelo de desarrollo ancestral. En Cajamarca el 70 por ciento de la población es campesina, es agropecuaria, no es como sacaron en La República, un comentarista que dijo que más de ochocientos mil personas corren el riesgo de quedarse sin trabajo si Conga no va.
– ¿Allá en Cajamarca hay unidad en las rondas campesinas? ¿Es un movimiento unificado? ¿O hay disputas entre sectores divergentes?
Desde que vinieron las mineras siempre han tratado de dividirnos. Por ejemplo, nosotros siempre hemos discrepado, por ejemplo es con la ONG SER, hay que decirlo, incluso el grupo SER. Esta oenegé, cuando fue a Cajamarca, esto es imperdonable, fue a romper la estructura de las rondas. Supuestamente fue como ONG, captó dirigentes, e incluso distorsionaron, y allá aparece pues que hay las rondas nativas, las rondas indígenas, las rondas campesinas, las rondas pacíficas, las rondas del Gobierno, un montón; pero fue por distorsión de lo que no está establecido dentro del proceso de las rondas. En esa etapa, tanto las mineras, el Gobierno y esta ONG SER prácticamente fraccionaron las rondas pero ahora hemos superado eso.
Este proceso de lucha de Cajamarca, por lo menos en el país, la lucha de Conga ha servido para unificarnos como rondas campesinas.
Estas luchas nos han servido para abrir los ojos. No es tan cierto que nos han puesto que somos los “antimineros”, falso; nosotros hemos dicho que estamos de acuerdo con que se haga todo tipo de actividad, que vaya en bien del desarrollo, pero no en la forma en que se está dando.
¿Por qué, por ejemplo, apoyamos a Ollanta Humala?, porque él ofreció revisar los contratos mineros, esa fue su primera propuesta y nosotros estábamos de acuerdo, deben revisarse esos contratos.
Por ejemplo, la remediación de los pasivos no está dentro del contrato. Hualgayoc, por ejemplo, tiene un montón de tierras contaminadas, ¿sabe cuánto se necesita?, tres millones por hectárea. Si calculamos por las tres mil hectáreas que tiene Yanacocha, estamos hablando de nueve mil millones, ¿y ese dinero quién lo tienen que poner?, el Estado. Pero si no nos deja para resolver nuestros problemas de pobreza, ¿de dónde vamos a sacar esa plata? Mirando esos criterios, hace falta revisar los contratos e incluso cambiar la legislación minera.
En Cajamarca estamos proponiendo, frente al modelo salvaje, irracional e inhumano, del modelo extractivista, un modelo de desarrollo humano y sostenible.
– ¿Y entre los diversos sectores que conforman la resistencia al proyecto Conga, actualmente hay unidad o están divididos como afirman algunos medios?
Cajamarca está unida, si bien es cierto que el bastión fundamental, la columna de este proceso de lucha, son las rondas, esto es indiscutible. Ahora, para que se involucren los demás sectores se ha formado el Comando Unitario de Lucha donde ya están los demás actores: frentes de defensa, sindicatos, incluso las mismas autoridades, incluso el Gobierno Regional, los gobiernos locales que luchan al lado del pueblo están dentro del comando.
A veces los medios quieren que esa unidad se destruya y hay compañeros que a veces caen en esa provocación de la prensa, y es normal que en toda organización, de hecho, va a haber contradicciones. No todos pensamos igual y eso poco a poco se ha ido superando, pero en base al Comando Unitario de Lucha las organizaciones estamos unidas y no hay problema.
– ¿Cuál es la postura de ustedes ante la posibilidad de diálogo entre el Presidente Regional, Gregorio Santos, y el Ejecutivo?
A raíz de que, prácticamente, ya se ha demostrado que Conga es inviable, nosotros hemos dicho que, por el tema del desarrollo, por el tema de la inversión, nos parece bien la conversación, pero del tema de Conga no hay nada que discutir. Esto está claro en nuestra posición.
Lo que estamos viendo es que el Gobierno está temiendo una derrota política. Sabe que Conga en Cajamarca ya es inviable, estamos convencidos, porque incluso se lo hemos demostrado en todos los aspectos y espacios. Es por ello que hemos estado haciendo las demandas nacionales e internacionales.
El país necesita procesos de fortalecimiento de la democracia, pero una democracia integral. Por ejemplo, cuando hablamos de inclusión social, en el Perú no habrá inclusión social mientras no haya un respeto a los derechos fundamentales de los pueblos. Llaman inclusión social cuando van por ahí con sus programas sociales, esa es otra cosa, prefiero que le pongan otro nombre.
Por ejemplo, lo que está pasando ahora en Celendín, cuando llegaron los militares en plena lucha de Conga, los mismos policías, cachacos, comenzaron a seducir a las menores de edad; incluso ya hay frutos, muchas chicas han quedado embarazadas.
Las rondas intervinieron ahí, incluso los encontraron en plenos hechos a estos militares y les dieron su sanción y luego los llevaron ante su jefe. Entonces, ahora los compañeros estamos afrontando una denuncia, un fiscal ha pedido 30 años de cárcel cuando ellos son los promotores de violentar el orden, la paz y la tranquilidad del pueblo.
– ¿Qué van a hacer con el pedido de 30 años?
Nosotros no los vamos a permitir, en caso se diera esa sanción yo creo que habrá grandes movilizaciones en rechazo a ese juzgamiento arbitrario, como dicen los ronderos, que nos lleven a todos a la cárcel.
No se puede entorpecer el juzgamiento, que siga, pero tampoco pueden decir que los compañeros van a la cárcel, hay una situación tensa ahí.
– ¿Cuál es la agenda para los próximos meses en las acciones contra el proyecto Conga?
En Cajamarca ya se hizo una asamblea regional el 12 de enero, se ha ratificado hacer prevalecer los derechos fundamentales que corresponden a los pueblos originarios del Perú y lo otro es seguir desenmascarando las intenciones que tiene la minera en Cajamarca y el mismo Gobierno. Sé que la cosa va a continuar siendo tensa.
– ¿Cómo ve la actitud del Gobierno para este año? Hay un pronunciamiento de un ministro diciendo que el proyecto se llevará a cabo este año.
Nosotros vemos eso como una provocación, hay una intención de provocar. Incluso hemos anunciado ya que Newmont estaría planificando poner una base militar de Estados Unidos en el propio corazón de Conga, está anunciado que incluso esa base militar se estaría poniendo en Sorochuco eso también estamos denunciando. O sea que tanta es la ambición de los grupos de poder que lo quieren imponer, pero va a haber una fuerte reacción, aquí tenemos para rato, y tenemos que prepararnos.
En Cajamarca ya se vive un calor electoral para los años 2014, 2016. Yanacocha ya está desplazando a sus propios candidatos, a comprar conciencias… la gente está ya advertida.
Por más que el Gobierno diga que esta lucha es política, sí, es política, a este nivel ya es política. De acuerdo a la democracia participativa los pueblos son quienes están ya planteando sus propios candidatos, sé que el tema está por ahí.
– ¿Cómo percibe que está tratando a las rondas el Gobierno de Ollanta Humala? El año pasado hubo un reconocimiento del Gobierno a las rondas campesinas por la lucha antisubversiva.
Ellos nos quieren llevar a un tema de cómo silenciar, domesticar, contentar -a las rondas- pero es bien difícil, porque vemos que el movimiento campesino ha despertado, por los engaños, la traición. El campesino ve que han traicionado a este sector, está muy resentido, son temas de fondo. Por ejemplo, en el caso de Cajamarca, ¿cuándo hemos visto a ministros que están de cocineros?, llevan cocinas, ellos mismos están yendo de pueblo en pueblo, llevan cocinas, regalos, no hace mucho en una comunidad han corrido al ministro, los ronderos.
– ¿Cuál es su relación con el Pacto de Unidad?
Estamos tratando de coordinar y fortalecer, porque ha habido algunos prejuicios. Yo sentí, por ejemplo, con las luchas del 5 de junio que terminaron en el “Baguazo”, que algunos compañeros de Aidesep y CONACAMI nos excluyeron un poco a las rondas. Por esto, cuando sacaron el proyecto de ley de la consulta previa, las rondas no aparecemos, justamente por esa situación hubo algunas contradicciones, pero creo que en esta etapa vamos a fortalecernos.
– ¿Se consideran indígenas?
Ahí sí hay varios prejuicios y no son culpa nuestra. Cuesta aceptar, especialmente en el norte es bien complicado… tanta fue la “desculturización”, digamos, por parte de la invasión española. Es bien complicado, cuesta, poco a poco están volviendo a sus orígenes, porque el campesino es muy disperso, acriollado.
Aquí tuvimos problemas porque los compañeros indígenas, los awajún y huampís se sentían totalmente originarios, que lo son. Pero en la lucha del “Baguazo” se terminó eso, por primera vez tuvimos ese gran encuentro de pueblos amazónicos awajún y wampis con las rondas campesinas y que ahora la seguimos teniendo.
– ¿Tienen ustedes algún tipo de relación o coordinación con organizaciones indígenas amazónicas, frente a los planes de instalar centrales hidroeléctricas en el río Marañón?
Sí, con ellos ya nos reunimos, ya formamos nuestra Coordinadora Macroregional, ya hay un acercamiento que no teníamos antes. Por esta lucha nos hemos ido juntando y reflexionando que somos pueblos naturales con diferentes actitudes de cultura.