Jazmín Murra
Luego del incidente de Pasta de Conchos, las condiciones en las que operan las minas de la Región Carbonífera no han mejorado, llegando los decesos de los mineros a casi un centenar por la negligencia de las empresas, destacó Javier Martínez Valadez, Delegado del sindicato minero de la región durante la ceremonia de conmemoración de los cinco años de la tragedia.
“Aquí en la Región Carbonífera imperan las medidas de inseguridad.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social, no acata las normas dispuestas por la Secretaría de Minas.
Siempre hay impunidad, siempre corrupción y por lo mismo nosotros estamos a merced de que venga la muerte. Por eso estamos buscando que ya se empiece a castigar a los culpables, para que mañana o pasado el trabajo que se ofrezca sea acorde con las normas de seguridad”.
Comentó que la razón del cierre de algunas minas, conduce a que los empresarios abran otras en nuevos puntos antes de invertir en infraestructura que les garantice condiciones laborales seguras a los mineros.
“Se sigue con las mismas demandas para que se garantice la seguridad en las minas, ya que siguen las muertes de nuestros compañeros, lo que nos da la incertidumbre, ante un gobierno que ha estado reprimiendo los derechos laborales, a nuestras peticiones no ha habido respuestas favorables”.
Recordó que en octubre de 2010 la Cámara de Diputados aprobó que se reabriera el caso Pasta de Conchos y las autoridades siguen sin tener avances.
“Hemos visto que en la región los gobiernos estatales y federales nos han estrangulado, al no ofrecernos otro medio de empleo, mas que la minería. Tenemos un empleo cuya remuneración es muy baja, por lo que no podemos darles estudios a nuestros hijos, por lógica les dejamos el puro trabajo que son las minas.
Aquí no hay otra alternancia porque se les caería el negocio.
No hay otras fuentes de empleo. Hay empresas maquiladoras pero están muy a la redonda y el carbón el que nos tienen como herencia”.