Lesly Mellado May
Organizaciones civiles, académicos de la BUAP y habitantes de la Sierra Norte de Puebla se manifestaron en contra de la explotación minera que pretende hacer Frisco (propiedad de Carlos Slim) en Tetela de Ocampo
además exigieron al gobernador Rafael Moreno Valle que emita una posición sobre la concesión para explotar oro y plata que daría al traste con el medio ambiente.
Llegaron indígenas, mestizos, “mirones” y “habladores”. Todos coincidieron: la explotación minera a cielo abierto es un riesgo no sólo para el municipio de Tetela sino para una importante región serrana de Puebla.
De ahí la oposición de organizaciones como Unitierra, Unitona (Unidad Indígena Totonaca Nahua), Tetela hacia el futuro y el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario.
En el primer foro sobre “Proyectos de muerte en Puebla”, realizado en la BUAP, apenas se asomó la punta del iceberg del problema que va a generar la concesión otorgada por el gobierno federal a Carlos Slim.
De hecho, aún no se tienen todos los datos exactos sobre el proyecto, pues mientras ya hay exploración para la minera de Frisco, Grupo México ha recorrido algunas comunidades diciendo que harán cuatro plantas hidroeléctricas hacia los municipios de Ahuacatlán, Xochitlán y Zacapoaxtla. Esto, a pesar de que Grupo México en su sitio web oficial se presenta como una empresa de minería.
Florencio Carlos Zabaleta, de Unitona, contó que de acuerdo a información que algunos “citadinos” de Grupo México han dado a las comunidades habría cuatro plantas hidroeléctricas, tres en el río Jajalpan y una en el Apulco.
De hecho, ya habrían conseguido que alrededor de 35 personas vendieran sus tierras para el proyecto que pretende abastecer de energía a las minas.
Por su parte, Diego Luna, habitante de Xochicuautla, contó que están en contra del proyecto de Slim, pues sus recursos naturales estarían en riesgo.
Posición que fue compartida por Esteban Cortés, agricultor de Tetela de Ocampo, quien manifestó su preocupación por la producción de frutas que hoy da sustento a la región: “quién nos va a comprar las manzanas, los duraznos, si en la minera van a usar cianuro y van a contaminar la tierra, el aire y el agua”.
Pese a que Frisco ya inició exploración, actividad irregular de acuerdo a la Profepa, los asistentes al foro acordaron iniciar una defensa legal para que, en primera
instancia, los ayuntamientos no otorguen los cambios de uso de suelo, y así empezar a frenar el proyecto minero.
“No nos interesa el oro y ni la plata, ahí que estén, lo que queremos es que nos dejen nuestros cerros como ahorita están…”