El Cine Arte Alameda, acogió este miércoles el conversartorio “Glaciares: ser arte y parte”, como parte de una campaña de sensibilización en torno a la urgencia de proteger estas reservas hídricas milenarias, amenazadas por la megaminería y el modelo de desarrollo extractivista impuesto en Chile.
A mediodía, el Cine Arte Alameda se llenó de frutas, lienzos junto a imágenes y testimonios que hablan de qué lo que defienden las comunidades cuando exigen que no haya minería en el ecosistema glaciar. El Valle de Aconcagua era exuberante en 1980, cuando se le dio el vamos al dinamitado de glaciares de la mina Sur Sur de Codelco. Desde entonces más de 20 glaciares han desaparecido, y con ellos el agua que regaba el territorio.
Rodrigo González, agricultor y arriero de la parte alta del Valle de Aconcagua testimonió cómo desde su casa que está ubicada en la ribera del Río, hoy ya no se ve correr el agua, la gente ha tenido que vender sus animales para sobrevivir, y el futuro se ve incierto y amenazante. “tenemos que cuidar los glaciares, porque sin agua nos morimos” dijo.
A su turno, la ingeniera en Recursos Naturales especializada en glaciares, Roxana Bórquez, señaló que el mundo de la ciencia en Chile se ha preocupado mucho de estudiar los glaciares de la zona sur, pero se ha descuidado la investigación en torno a los glaciares de las zonas áridas y semiáridas, justamente aquellos que están siendo devastados por la megaminería química contribuyendo a la escasez hídrica de las comunas del centro y norte del país.
“Los glaciares de roca, menos vistosos que los descubiertos, son imprescindibles para la estabilidad hídrica de las cuencas, son reguladores del clima y constituyen reservas no renovables de agua, por lo que protegerlos es una obligación”, subrayó Bórquez.
De hecho, la experta añadió que los glaciares de roca catastrados hasta hoy en la zona norte del país, acumulan la misma cantidad de agua que todos los embalses construidos desde la sexta región al norte, con la diferencia que los embalses necesitan los glaciares para acumular agua, mientras que los glaciares solo necesitan que no los toquen para seguir cumpliendo la función que milenariamente han desempeñado.
Valentina Vargas, actriz chilena, una de las responsables de que esta actividad que convocó principalmente al mundo del arte y la creatividad, se refirió a lo necesario de que el mundo del arte cree conciencia sobre estas materias, para ayudar a sensibilizar a la ciudadanía sobre estos temas prácticamente ausentes del debate público pero tan presentes y cotidianos en la vida. “Cuando las cosas escasean comenzamos a hablar de ellas, por lo tanto que estemos hablando hoy del agua supone una urgencia, sin agua no hay vida y el arte y los artistas debemos contribuir a hacer conciencia sobre esto”, aseguró.
Preocupados por Andina 244
Silvia Chávez, integrante de la Agrupación Ecologista de Aconcagua, otra de las convocantes del evento, destacó la importancia de la agricultura en nuestra vida, tan despreciada por quienes toman las decisiones del país: “Podemos necesitar un periodista un día, podemos necesitar un médico un día, podemos necesitar un abogado un día, pero al agricultor lo necesitamos todos los días, porque de ellos vivimos, ellos y ellas alimentan nuestras familias”, dijo. Esa es la convicción que motiva su accionar en el territorio y desde ella hizo presente la urgencia de que Codelco retire el proyecto Andina 244, que amenaza con devastar 26 glaciares del Valle de Aconcagua y del Maipo, dando cuenta de una irresponsabilidad brutal, sobre todo ahora, cuando el mundo científico alerta de los efectos irreversibles del trastorno climático y de los pronósticos de escasez hídrica que sobrevienen.
La actividad fue convocada por OLCA, Age Aconcagua, Alerta Andina 244 y el Cine Arte Alameda. Tras esta exitosa convocatoria, los organizadores anunciaron la realización de nuevas actividades para seguir difundiendo las luchas territoriales y sumar esfuerzos para que se eleve desde la sociedad civil la demanda por mecanismos efectivos de defensa de los glaciares y el ambiente periglaciar.