BANNERS OPINA INFORMA3
Perú

SENDERO VERDE

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José De Echave C.

12 de mayo de 2016

Cada vez es más sorprendente escuchar a Hernando de Soto. La verdad es que uno no sabe si tomarlo en serio o no. Lo que sí hay que reconocer es que tiene una gran capacidad para hablar en exceso y al mismo tiempo no decir nada. También demuestra mucha habilidad para evadir preguntas, aunque sin duda para esto cuenta con la extremada complacencia de los entrevistadores.

Por supuesto el formato de la entrevista amigable lo favorece. La única vez que se escapó de este formato y se animó a debatir con el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, le fue muy mal. Tanto así que tuvo que darse media vuelta e irse por un tiempo del país, dejando en evidencia que sobre la problemática de la minería ilegal no conocía nada y menos aún tenía alguna propuesta seria.

Sin embargo, ahora ha vuelto recargado para hablar nuevamente vaguedades sobre algunos temas ya conocidos. Pero como finalmente las palabras se las lleva el viento, otro ejercicio interesante es revisar sus entrevistas en prensa escrita. La última es verdaderamente alucinante aunque el término irresponsable también calza muy bien. A continuación van algunos extractos de la entrevista publicada en El Comercio en la edición del miércoles 11 de mayo:

El entrevistador le pregunta a propósito de la minería ilegal sobre las reuniones que sostuvo el año pasado con ex terroristas y de Soto responde: “Hay varios tipos de ex terroristas. Están los chicos malos del Vraem: yo tampoco me reuniría con ellos. Están los del Movadef, que quieren soltar a Abimael Guzmán, yo no he hablado con ellos. Con los que yo he hablado son, vamos a darle un nombre, “sendero verde”: son terroristas que ya han cumplido sus penas. No tienen armas. Todos son ecologistas”.

El entrevistador repregunta “¿Ya no creen en la lucha armada?” y su respuesta es: “Lo que han hecho es organizar movimientos ecológicos, que son los que han parado Conga y Tía María”.

Sorprendente afirmación. Ahora resulta que Sendero Luminoso o un remanente de este grupo que ha sido bautizado por de Soto como “sendero verde”, ha parado Conga y Tía María. Nada menos. ¿Alguna evidencia sólida? Ninguna. Para él no es necesario mostrar evidencias de lo que dice.

¿Quién más se podría animar a hacer tamaña afirmación? Lo cierto es que ambos conflictos han sido y continúan siendo estudiados por académicos del país y del extranjero y que se sepa hasta ahora nadie ha afirmado tamaño despropósito. Casos como el Conga y Tía María muestran realidades complejas y bases objetivas que explican la formación y evolución del conflicto, una agenda legítima de demandas y una diversidad de actores que nada tienen que ver con algún remanente de Sendero Luminoso.

Por supuesto que tampoco se conoce ninguna investigación o trabajo de campo realizado por el señor de Soto o su organización, el Instituto Libertad y Democracia, sobre Conga y Tía María que respalde esta afirmación. Todo indica que de Soto, fiel a su estilo, hace una nueva afirmación sin sustento.

¿Se puede pasar simplemente por alto esta nueva mandada de Hernando de Soto? El gran problema es que este tipo de argumentos debe sonar a música celestial a los que precisamente buscan pasar por encima a poblaciones enteras e imponer proyectos que a todas luces afectan derechos y no cuentan con licencia social. Los argumentos de de Soto coinciden con la calificación de “terrorismo antiminero” que acuñó un funcionario de la empresa Southern y que la soltó en medio del conflicto de Tía María.

Lo que buscan las poblaciones en las zonas de influencia del proyecto de Conga o Tía María es que sus derechos sean reconocidos. También demandan políticas públicas sensatas y por supuesto nada tienen que ver con algún tipo de organización terrorista o ex terrorista. En toda esta historia, el que parece haber perdido la brújula -o si se quiere el sendero-, es el mismo de Soto.