La Diputada federal del PAN, Jisela Paes Martínez, presentó un punto de acuerdo ante la Cámara de Diputados de la Ciudad de México, para pedir a sus compañeros exhortar a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que le niegue autorización al proyecto denominado ‘Don Diego’, de la empresa Exploraciones Oceánicas, que se pretendería establecer en el Golfo de Ulloa, en aguas del municipio de Comondú.
El proyecto de minería submarina consistiría en el dragado para extraer 7 millones de toneladas de arena fosfática por año, durante 50 años, para producir 350 millones de toneladas de arenas fosfáticas, trabajándose las 24 horas delos 7 días a la semana, con 80 personas en 2 turnos; el yacimiento tiene un potencial de fosforita de 92 millones de toneladas, en un área de 23 km2, a una distancia de entre 20 a 40 km de la línea de costa, a una profundidad de 70 a 90 metros, y con un espesor de hasta 6 metros debajo del lecho marino.
Paes Martínez expuso la importancia de esta parte de la costa occidental por su productividad pesquera, además de si riqueza que permite el tránsito de especies protegidas como tortugas y ballenas. “Justamente la riqueza pesquera de la región en comento se sustenta en el fósforo que se ha depositado en cientos de años y que ahora la empresa Odyssey Marine Exploration pretende obtener del fondo marino”, señala. Exploraciones Oceánicas S de RL de CV, filial de Marine Exploration, presentó a evaluación de impacto ambiental (EIA) ante la Semarnat en 2014. Desde ese año, se opusieron los gobiernos estatal y municipal, organizaciones no gubernamentales, y más de 350 asistentes de diferentes comunidades pesqueras de la región.
Sin embargo, los promoventes retiraron el proyecto “Don Diego”, para volverlo a tramitar a los dos días de cancelado pero ahora con la participación de Minera del Norte SA, subsidiaria de Altos Hornos de México, y se le cambió el nombre a “Dragado de arenas fosfáticas negras del yacimiento Don Diego”. “Es el mismo proyecto, sólo se agregó la información adicional que la Semarnat requirió dentro del proceso de evaluación de impacto ambiental anterior y con las mismas inconsistencias”. La nueva manifestación de impacto ambiental ingresó en la Semarnat el 26 de junio de 2015.
La diputada señala que la Semarnat ha abierto un nuevo proceso de consulta pública y en su momento deberá llevar a cabo una reunión pública de información. “La decisión de rechazar este proyecto minero no debería ser tan difícil para la Semarnat. Es obvio y evidente el daño que causaría (…) Derivado de esa gran preocupación de la sociedad sudcaliforniana por el avance del proyecto y por sus impactos negativos hacia la pesca, y en general al ecosistema marino, debemos sumarnos como Cámara de Diputados a esa justa demanda de que la Semarnat niegue cualquier autorización al mismo”.