Policías y soldados dispararon sobre turba que quiso tomar aeropuerto. Población de Azángaro que se halla en huelga quemó instalaciones del terminal aéreo, mientras en Lima se negociaba su pedido de recuperar el río Ramis.
Mientras en Lima se confirmaba la cancelación del proyecto Santa Ana y se redactaba hasta cinco decretos supremos y resoluciones ministeriales que paralizan las concesiones mineras en Puno y obligan a que en el futuro se consulte a los pueblos toda nueva actividad extractiva; en Juliaca, la violenta respuesta de las fuerzas del orden a un intento de la población por tomar el aeropuerto dejó el lamentable resultado de seis personas fallecidas. En tanto, un policía está desaparecido.
Todo ellas fueron baleadas en los alrededores del terminal aéreo, al parecer por efectivos de la Policía y se cree que también del Ejército, en su intento por impedir que derriben la valla perimétrica e ingresen a la pista de aterrizaje, como finalmente ocurrió después.
Servidores del hospital Carlos Monge Medrano confirmaron que los fallecidos son Raúl Ccanccapa Huaricallo (38), Edwin Félix Yrpanocca Turpo (20), Petronila Coa Huanca, Gregorio Huamán Mamani (57) y Antonio Campos Huanca (65), este último vecino del lugar, quien se hallaba en el techo de su casa observando el enfrentamiento entre manifestantes y policías.
Una bala le impactó en la cabeza y produjo su caída desde el segundo piso de su vivienda, muriendo instantáneamente, señalaron sus vecinos de la urbanización Las Casuarinas. Una sexta víctima está aún sin identificar.
Decenas de heridos
Además de los fallecidos, medio centenar de manifestantes resultaron heridos tras la batalla campal que se produjo en las inmediaciones del aeropuerto Inca Manco Cápac, de Juliaca. Todos fueron conducidos de emergencia a hospitales y postas de la ciudad.
Reclaman por río Ramis
Como se recuerda, desde el martes último miles de pobladores de la provincia de Azángaro se concentraron en Juliaca para realizar movilizaciones y protestas en las calles, pidiendo que el Estado ponga en marcha un plan de recuperación del río Ramis, el cual está seriamente afectado por la minería informal que existe en la localidad de Ananea.
Pero ayer la protesta se desbordó, cuando se suponía que en Lima el gobierno negociaba con representantes regionales y locales el tema propuesto por la población de esa provincia.
¿Qué pasó? Según el presidente regional, Mauricio Rodríguez, se trataría de “infiltrados que están aprovechando el descontento de la población para sembrar el caos”.
Rodríguez también mostró su extrañeza por lo que ocurre en Juliaca, pues él y otras autoridades regionales y locales se hallan en Lima negociando el tema del río Ramis y otros asuntos que afectan ambientalmente a los poblados del norte de Puno.
En horas de la noche, la propia presidenta del Consejo de Ministros, Rosario Fernández, hizo mención de este hecho, indicando que no entendía cómo, a pesar de que se estaba atendiendo la demanda de la provincia de Azángaro en una mesa de diálogo, su población hacía oídos sordos y provocó una jornada violenta.
“Ya se tienen listos los decretos supremos y las resoluciones que dejan sin efecto decretos anteriores y se suspenden las concesiones. Mañana (hoy) saldrán publicados en El Peruano, de modo que no entendemos qué motivó una reacción tan violenta”, dijo.
Luego, sin ocultar su indignación, sostuvo que lo ocurrido en los últimos días en Puno, Huancavelica y Huancayo, y ayer en Juliaca, son una serie de hechos “sospechosamente coordinados”.
Por su parte, el ministro del Interior, Miguel Hidalgo, señaló que los policías hicieron uso de sus armas en estricto cumplimiento de las normas vigentes y en defensa de los bienes públicos.
Jornada sangrienta
La sangrienta jornada se inició en horas de la mañana, cuando cientos de manifestantes marcharon hacia el terminal aéreo, como parte de la radicalización de su huelga que ya lleva 72 horas.
Hacia las 11 de la mañana, los grupos de huelguistas de Azángaro, apoyados por manifestantes de Juliaca, sitiaron el aeropuerto. La intención era tomar el terminal aéreo por distintos puntos, siendo recibidos por la policía con bombas lacrimógenas.
Sin embargo, la turba superó a los efectivos e ingresaron a la pista de aterrizaje, motivando la violenta reacción de los uniformados, que abrieron fuego indiscriminado, hiriendo a los manifestantes.
Los primeros caídos
Para la una de tarde ya se habían reportado dos fallecidos y una veintena de heridos. Ello exacerbó los ánimos de la población.
Luego siguieron cayendo más manifestantes, como Félix Edwin Yrpanoca Turpo, de 20 años, estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad Andina de Juliaca. Este joven pereció cuando era trasladado al hospital Carlos Monge Medrano.
Y si bien los policías y soldados lograron en ese momento desalojar a los huelguistas de la pista de aterrizaje, los enfrentamientos continuaron hasta la noche.
Pero esta vez a la salida de Juliaca, a la altura de la ex sede de Cooperación Popular. Allí fue baleado Raúl Ccanccapa Huaricallo (de 38), quien recibió un disparo en el abdomen. Horas después se reportó la muerte de Petronila Coa Huanca, camino al hospital Monge Medrano. Y cerca de las 5 de la tarde, hubo otro deceso. Esta vez fue Gregorio Huamán Mamani (57), quien fue alcanzado por una bala cuando transitaba por la avenida Independencia, cerca del Aeropuerto.
Toman el aeropuerto
A eso de las 6 de la tarde, los miles de huelguistas ingresaron a la pista de aterrizaje y al cierre de esta nota la situación era incontrolable en el terminal aéreo, pues se había prendido fuego a tres vehículos y viviendas del personal de Córpac, en la cabecera de la pista de aterrizaje.
Y no solo eso, la comisaría de Azángaro fue rodeada, apedreada y saqueada por un centenar de manifestantes que mantenían atrapados a cuatro efectivos PNP.
También hacia el cierre de esta edición, se identificó a los heridos más graves. Se trata de Luis Jarata Aguirre (16), Tito Parque, Viviana Cahua Cori, Gregorio Humpiri Apaza, Victoria Pérez Zanabria, Susana Tito Parque, René Mamani Quispe, Pedro Pacheco Yana, Pablo Jesús Mamani, Gumercindo Ventura de la Cruz, Ángel Aguilar Ortíz y Rogelio Coa Álvarez.
También Fortunato Pari Pari, Eulogio Cayo Quispe, Alida Quispe, María Quispe, Constantino Calsín Machaca, Wilber Aracayo, Hugo Huanca, Jorge Luis Mamani, Daniel Flores Vilca, Basilio Quilca Gutiérrez, Huber García Huahuasoncco, Alberta Charca de Tite, entre otros. La mayoría presenta heridas de balas y perdigones en diversas partes de su cuerpo.
En cuanto a la Policía, se supo que los efectivos a cargo de resguardar el aeropuerto se quedaron sin bombas lacrimógenas y tuvieron que refugiarse en la pista, con sus fusiles y pistolas abastecidos.
Atacan comisaría en Azángaro
El general Herbert Rosas Bejarano, jefe de la direccion territorial de la Policía, con sede en Puno, señaló que la comisaría de Azángaro fue atacada y sufrió la quemadura de techos y paredes en uno de sus ambientes. Dijo también que un efectivo PNP se halla en situación de desaparecido desde la mañana, cuando se produjo el ataque al aeropuerto.
Señaló asimismo que unas doscientas personas permanecen rodeando el puesto policial de Azángaro, y que los efectivos a cargo se mantenían en su interior, custodiando el local.
En cuanto al aeropuerto de Juliaca, aclaró que el control del mismo había sido recuperado por la Policía, con apoyo del Ejército. Finalmente señaló que la información oficial que maneja indica que son cinco los pobladores fallecidos producto del enfrentamiento con la Policía, en Puno.
El Ejecutivo derogó el DS 083-2007, lo que pone fin al proyecto minero Santa Ana, y aplicará el procedimiento de Consulta Previa para las actividades mineras ubicadas en el departamento de Puno.
El dirigente aymara Walter Aduviri encabezó la negociación con el Ejecutivo hasta las 3 de la mañana. Al salir dijo que no levantarían la huelga hasta no ver publicada en El Peruano la norma que confirme la derogatoria del DS-083-2007.