En tres años, la producción de oro y plata en las minas de la región rebasa los mil millones de dólares. Actualmente 673 concesiones explotan yacimientos minerales, metálicos y no metálicos; principalmente en Mexicali y Ensenada
Baja California ocupa el octavo lugar nacional como uno de los estados de mayor participación en la producción minera nacional. Existen 673 concesiones que amparan la explotación de una extensión de un millón 694 mil 554 hectáreas, lo que representa el 23.72 por ciento de la superficie del estado.
Según información de la Dirección General de Minas, el último permiso se otorgó en el primer trimestre de 2011.
Entre 2009 y 2012, en las minas de Baja California se extrajeron 17 toneladas de oro (con un valor de 930 millones 940 mil dólares), mientras que en igual periodo se obtuvieron 169 toneladas de plata (con un valor de 163 millones 640 mil dólares).
Hasta noviembre del presente año, la industria minera en el estado aportó una inversión privada de mil 644.6 millones de dólares. Por lo que respecta a la generación de empleo, tan solo la mina El Arco, al sur de Ensenada, genera 7 mil empleos directos y tres mil indirectos.
Empresas de origen nacional, australianas, canadienses, estadounidenses y chinas, exploran los distintos municipios de la entidad en búsqueda de oro, plata, cuarzo, grafito y hierro.
Por el contexto geológico de la región, se han generando condiciones propicias para la instalación de yacimientos minerales tanto no metálicos como metálicos. Destacan por sus dimensiones e importancia las rocas compactas y duras que contienen cobre, éstas se encuentran en el depósito El Arco, en el municipio de Ensenada. Mientras que en el poblado de San Felipe, en Mexicali, hay yacimientos de oro-plata. En la sierra de Las Pintas hay preponderancia en oro y plata, y al sur, entre Bahía de los Ángeles y la Sierra de San Juan, se encuentran yacimientos de hierro.
También existen reservas de cromo en la Isla de Cedros, minas de ferríferos en Santa Úrsula y El Manzano; vetas de oro y plata en diferentes localidades bajacalifornianas.
En cuanto a diferentes yacimientos de minerales no metálicos, destacan los de arena, piedra caliza y grava, yeso, diatomita, sal, talco, mármol, barita, zeolita, barita, agregados pétreos, entre otros; siendo los tres primeros, los de mayor importancia.
La mineralización se presenta con mayor frecuencia en ciertos lugares, permitiendo delimitar ciertas zonas mineras de interés, en diversos metales donde se distinguen:
– Sierra Pinta
– El Álamo
– Calamajué
– San Fernando
– San Borja
– El Barril
– Sierra de Juárez
– San Quintín
Los retos
En años anteriores a 2009, los problemas que afectaron el desarrollo de la actividad minera en Baja California se relacionaron con la baja en el precio de las cotizaciones internacionales de oro y cobre.
Hace dos años repuntó la actividad minera en el estado, cuando Grupo México decidió invertir en el proyecto El Arco; además se presentó la reactivación de operaciones del proyecto minero San Felipe, con la extracción de oro de la empresa minera Real de Ángeles, expresó Juan José Cabuto Vidrio, perito minero certificado por la Coordinación General de Minería, área dependiente de la Secretaría de Economía.
“A pesar del avance, lo único que no permite el desarrollo de los mismos es la falta de infraestructura, electricidad y agua. Por otro lado, existe un grandísimo yacimiento de cobre en El Arco; desafortunadamente ahí existe una fricción entre los habitantes del Vizcaíno, quienes aducen y deben justificar con estudios demostrables que si llegaran a explotar mantos freáticos para este lugar, vendría a afectarles la producción agrícola. Cabe mencionar que la industria minera en México ha sido cauta de no afectar los intereses de ejidatarios”, resaltó.
Asimismo, Cabuto recordó la preocupación de los grupos ecologistas en relación a la mina de San Felipe, señalada por presuntamente provocar afectaciones a las especies en el Golfo de California, dadas las extracciones de plata y oro, sin que hasta el momento haya sido comprobada.
“La realidad es que una empresa a este nivel, que es socialmente responsable, no permitiría que por un descuido tuviera que cerrar. Desde 2009 se obliga a la exploración minera directa a solicitar permisos ante la SEMARNAT, para que este tipo de trabajo no contamine. Además la PROFEPA es otra dependencia que puede detener y hasta clausurar cualquier actividad con la minería que se identifique que está contaminando”, acotó.
Por su parte, el economista Luis Felipe Ledezma consideró que el estado debe concentrarse en el andamiaje de la industria minera, ya que ha repuntado a nivel nacional.
“El gobierno estatal debe crear condiciones, apoyar el sector minero que está desplazando a otros sectores. No es casualidad que en México tenga mayor crecimiento, es un sector fuerte y en Baja California igual. Tenemos más minas en comparación de todos los territorios de la República. No estás hablando que son minas con técnicas de explotación como el siglo pasado, es otro nivel”, señaló.
De acuerdo a información de la Secretaría de Desarrollo Económico, al sector se le ha brindado apoyo técnico, legal y de gestión para el desarrollo de proyectos. También tiene planeado establecer una agenda permanente de visitas de campo a proyectos mineros al Sur de la región, como parte de las actividades que realiza a través de la Promotoría de Minería, en apoyo al desarrollo y fortalecimiento de la Minería Social en Baja California. Sin embargo, no hay planes de inversión en infraestructura de las áreas explotadas, principal necesidad del sector.
Minas en exploración por minerales metálicos en BC