El Tiempo, 25 de Febrero de 2011
Enrique Santos Molano
En la tarde de hoy, 25 de febrero, se movilizarán numerosas personas y entidades, tanto en Bucaramanga como en Bogotá, para clamar ante el Ministerio del Medio Ambiente que mantenga en forma definitiva su rechazo a la explotación minera a cielo abierto que pretende efectuar la compañía canadiense Greystar.
En Bucaramanga se reunirán a las dos y media, en el Parque del Agua, y partirán hacia una concentración en la Plaza Cívica Luis Carlos Galán, convocadas por la Sociedad Santandereana de Ingenieros, importantes agremiaciones como Fenalco, el Comité de Defensa del Páramo, la Cámara de Comercio, la Sociedad de Mejoras Públicas y la Central Unitaria de Trabajadores, para exigir de las autoridades locales y nacionales que asuman, como les corresponde, la defensa de un patrimonio común de Santander y de Colombia, amenazado por la avidez criminal de una empresa multinacional.
Con igual propósito, la Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional, Reclame, ha citado a dirigentes y afiliados, a organizaciones sindicales, estudiantes, artistas y gentes pensantes, a una reunión frente al Ministerio del Medio Ambiente (carrera 13 con calle 37, antigua sede de la embajada de los Estados Unidos), a la misma hora [11 a.m.] que en Bucaramanga.
Ningún colombiano puede permanecer indiferente ante un hecho que, como el de la explotación minera a campo abierto en el páramo de Santurbán, proyectada por la multinacional canadiense Greystar, provocaría una catástrofe ecológica y ambiental que dejaría sin agua a los dos Santanderes y a las regiones circundantes.
¿Cuál es la importancia del páramo de Santurbán? La explica en términos claros y precisos el abogado Jorge William Sánchez Latorre, experto en derecho ambiental y avezado montañista:
«El páramo de Santurbán es detentador de dos importantes riquezas que en mi sentir se excluyen entre sí: en sus más de sesenta mil hectáreas abundan el oro, la plata y otros minerales de alta estima y de gran valor comercial, cuya explotación sin duda alguna reportaría -por concepto de regalías y oportunidades de trabajo- beneficios económicos para la región. Por otra parte, es un valioso ecosistema donde existen más de cuarenta lagunas, centenares de riachuelos, variada y abundante vegetación captadora y retenedora del vital líquido; es decir, se trata ni más ni menos que de una verdadera y gran fábrica de agua de la cual nos beneficiamos todos los seres vivos de este Gran Santander y de otras regiones del país.
«El dilema, entonces, resulta evidente: si se explota el oro y la plata a gran escala y a ‘cielo abierto’, como lo pretende la transnacional canadiense Greystar, esos recursos hídricos y todos los demás elementos bióticos del páramo resultarían seriamente afectados y en grave peligro de extinguirse en detrimento, por supuesto, de todos los que somos beneficiarios de los mismos. Si se excluye de ese ecosistema todo tipo de actividad minera (y cualquier otra actividad humana que lesione el páramo, como la agricultura y la ganadería), la gran fábrica de agua podrá conservarse a perpetuidad. Obviamente, nunca se captarán los recursos económicos derivados de las regalías ni se ocuparán centenares de brazos actualmente cesantes. Entonces, citando a quien es considerado la conciencia ecológica del país, Andrés Hurtado García, me pregunto con él «¿Que vale más: el oro que engorda los bolsillos o el agua sin la cual no hay vida ni bolsillos que engordar?».
El páramo de Santurbán debe protegerse declarándolo parque natural nacional, a lo que el Gobierno Nacional y el Ministerio del Medio Ambiente deberían proceder sin demora.
Canadá es una nación que tiene un territorio siete u ocho veces más grande que el de Colombia. Allá debe haber muchos páramos de Santurbán, con parecidas o superiores riquezas que el Santurbán nuestro. ¿Por qué no se van para el Canadá los señores de la Greystar a realizar allí sus proyectos de minería a cielo abierto? ¿O es que en su país no les dan permiso de tirarse el medio ambiente, de destruir la riqueza forestal ni de privar a sus ciudadanos de los recursos hídricos? Esperamos los colombianos que nuestro gobierno tampoco se avenga a otorgar semejante monstruoso privilegio.
RED COLOMBIANA FRENTE A LA GRAN MINER?A
TRANSNACIONAL, RECLAME