Asambleas de vecinos de la provincia se manifestaron en alerta por la idea de una firma canadiense de extraer cobre mediante el proyecto Cerro Amarillo, al que se siguen sumando ribetes, ya que se conoció que la empresa busca instalar una planta de tratamiento de este mineral a la vera del río Grande. Esto podría afectar los recursos del río más caudaloso de la provincia, que es parte de proyectos sumamente importantes para el futuro de Mendoza, como Portezuelo del Viento y el propio trasvase al Atuel, para mejorar el caudal del agua de este último.
En un documento firmado por la Asamblea de los Bienes Comunes de Malargüe, explicaron que «se puede instalar una planta de tratamiento de cobre (eso propone el informe) que utilizará agua y químicos biodegradables en un área que es parte de las nacientes del río Grande». Asimismo, plantearon que «los responsables de la empresa Meryllion explicaron que van a sacar cobre, pero no mencionaron el oro, el molibdeno y los otros minerales que sí aparecen en el informe en inglés. No se ha hecho un estudio de geoformas de origen glaciar y periglacial».
En este sentido, el ambientalista Federico Soria alertaba que «el Gobierno anunció que el proyecto es de cobre; sin embargo, en los hechos concretos, las faenas que se están realizando no son para buscar sólo cobre, ya que la propia empresa está diciendo que buscan cobre, oro y molibdeno. Desde ya, si existiera otro mineral no declarado (además de estos tres), es posible que se lo lleven mezclado con lo que haya en los concentrados, tal como ya lo hacen en las explotaciones existentes en el país, como por ejemplo en Bajo La Alumbrera (Catamarca)».
«De construir la mina en Valle Noble, piensan hacer una instalación de procesamiento de relaves, líquidos y sólidos que sobran de la planta de flotación y que deben confinarse en un lugar seguro, una gran extensión de terreno generando un lago con una presa de cierre, de modo que no infiltre y que no pueda causar un accidente por deslizamiento de los terrenos en que está dispuesto», indica.
Otro punto señala que «Cerro Amarillo es el doble de grande que el yacimiento El Teniente en Chile, por lo que se deduce que la explotación de la mina va a generar una especie de cráter gigantesco, como el de Chuquicamata, que es conocido en el mundo como una de las alteraciones antrópicas que se pueden ver desde el espacio».
Otro planteo que había hecho Soria radica en que «los cursos y cuerpos de agua, así como los glaciares existentes en el área del proyecto minero Cerro Amarillo, forman parte de la cuenca del río Colorado. El manejo de esta cuenca está a cargo del Coirco, que es un organismo interprovincial, el cual debe ser consultado respecto de los manejos que se efectúen aguas arriba. Esta consulta aún no ha sido efectuada y, sin embargo, de manera irresponsable, el Gobierno de Mendoza ha otorgado el impacto ambiental a este proyecto»; por eso, en la provincia de La Pampa ya se han escuchado voces críticas ante la situación.