Al encontrarme, como un día más, en una de las estaciones de servicio del pueblo, leyendo uno de los diarios locales, el día 5 de diciembre, me encontré con una noticia que hablaba de un proyecto que lleva adelante Minas Argentinas, en el que mas de 400 chubutenses ya han conocido las «ventajas» de la minería. Por ello, con total repudio es que me animé a dirigir al director de aquel diario, una carta al lector que decía lo siguiente:
«En el día de hoy, al leer las páginas del diario tuve la sorpresa de encontrar una nota que verdaderamente me ha impactado. «Esquelenses se informan y conocen las Minas Gualcamayo».
Yo soy de Esquel. Nací hace cuarenta años en este querido pueblo, y aquí hace más de 13 años, conocí a quien es mi compañero en la vida. Si bien tengo fuertes convicciones, nunca he militado en el movimiento del No a la mina, pero tengo la necesidad de expresarme, porque creo que las opiniones están tan polarizadas, que se olvidan de la gente común.
Todos los años, desde hace 10, visito a la familia de mi esposo, a MI FAMILIA; y sin embargo al viajar a Jachal, San José de Jáchal, el pueblo donde mis hijas tienen sus primas, donde está la historia de la vida de mi esposo; he podido ver como existe una convivencia insólita entre el gobierno provincial, nacional y la minera Barrik Gold, y todas sus subsidiarias.
La primera sorpresa que nos recibe cada año, es la de que el río, donde mis hijos se bañaban, ya no trae agua.
Se pretende comprar a los pequeños productores, mediante una misera construcción de un predio para vender sus productos. Pero ¿Cuántos cebolleros han podido seguir con sus emprendimientos? ¿Cuánto tomate se produce en la actualidad?
Jachal es un pueblo en el que el deporte y las tradiciones tienen su valor socio cultural. Se somete a la juventud, mediante auspicios insignificantes de los torneos.
El parque automotor de la municipalidad ha logrado incrementarse en un año, en una ciudad donde no varió la recaudación impositiva, es notorio…. ¿quién lo paga? Para muestra, basta un botón.
Nuestro querido Jachal, con más de 200 años de historia, aún no tiene un sistema cloacal.
El acceso a Jachal, está invadido por badenes que en época de verano, cortan el paso por la creciente que baja de los cerros, aislando familias, trabajadores y demás ciudadanos con el permanente peligro de ser una cruz más a la vera del camino. No me lo contaron. Estuvimos 6 hs varados con mi niña en la panza y la otra de 5 años, en plena oscuridad y a la suerte de un generoso camionero que nos asistiera.
Es lamentable que no se puedan superar las cuestiones partidarias y se sigan empeñando por mezquindades económicas de algunos pocos, el futuro de muchas generaciones de argentinos. Con planes sociales, ayudas económicas y algún que otro aporte a las instituciones, se mantiene en la provincia de San Juan, a la gente mediante el voto cautivo. Respecto la democracia, respeto los resultados, pero basta con vivir en el pueblo, para saber que no hay opciones.
Actualmente están en proceso de instalación de un proyecto de insumos mineros, de Fabricaciones militares, a menos de diez kilómetros del pueblo. ¡Qué estratégico! Pero eso sí: todavía no hay gas de red para los jachalleros…
La plaza…¡Hermosa plaza nueva! (Qué costó 4.5 millones de pesos, y que como secreto a voces, habría «ayudado» la minera, y el gobierno nacional, mediante uno de esos programas de desarrollo, para pagarla), NO TIENE JUEGOS. Los niños pasan del juego en el barrio, a dar vueltas en esa plaza, que es el centro de reunión donde la gente se encuentra, se habla de todo, pero no se habla de….
En una oportunidad, el verano pasado, tuve que interpelar al intendente para pedir permiso para que mi niña de 5 años, pudiera andar en mono patín, porque está prohibido- aunque que los jovencitos tomen alcohol, no.
¿De qué futuro nos hablan? Rutas escasas, servicios básicos sin satisfacer (gas, cloacas), sin nuevas propuestas en formación superior, mas que las que le son útiles a la minera.
Pan para hoy….
Sí, señores, escribo desde el dolor. Mi familia y yo amamos Jachal. Tenemos familia, amigos y propósitos para el futuro.
Por favor, seamos memoriosos. Para muchos de nuestros jóvenes, diez años de reclamo, no son nada, porque eran niños. A mi en diez años, y visitando periódicamente a mi familia, me abrió la mente.
La política de invitar a «conocer» (LO QUE ELLOS QUIEREN QUE SE CONOZCA) no es nueva. ¿Recuerdan esa comitiva que hace diez años tuvo la misma suerte?
Quiero para mis hijas, para mi familia y para mi gente la posibilidad de ser independiente. De pensar, de que no nos engañen más.
La conquista cada vez es más dañina. BASTA DE ESPEJITOS DE COLORES….
O que alguien me explique, porque no estoy entendiendo esa idea de que en Jachal, se respira progreso…»