Las inversiones serán sin duda evaluadas con mayor intensidad», opina el director ejecutivo del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), Juan Carlos Guajardo.
El 2012 no fue el mejor de los años para las grandes mineras del mundo. Ganancias menores a las esperadas por sus accionistas y uno que otro fracaso en la adquisición de activos impulsaron cambios en las administraciones en la mayoría de las más importantes compañías de la industria.
Reordenamiento que tendría su impacto también en Chile. «Las nuevas administraciones tendrán el desafío, muchas veces difícil, de conciliar, de responder ante accionistas que cada vez más se decantan por favorecer la obtención de retornos a corto plazo y a la vez generar y ejecutar planes de inversión que mantengan la competitividad a mediano y largo plazo. Las inversiones serán sin duda evaluadas con mayor intensidad», opina el director ejecutivo del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), Juan Carlos Guajardo.
Agrega que «Chile es uno de los principales actores de la minería mundial y por ende no está fuera de esta dinámica. Sin embargo, también Chile tiene características propias que influyen en el ritmo de inversión. No hay duda que el ambiente de inversión para grandes proyectos en Chile, no sólo mineros, es mucho más exigente por factores sociales, ambientales y de disponibilidad y costo de insumos».
Una de las «malas movidas» de la industria fue la de Río Tinto, firma anglo australiana que vivió el despido de su presidente ejecutivo, Tom Albanese, luego de reportar rebajas contables de unos US$ 14.000 millones, las mayores de la historia en el sector.
El grueso de las rebajas contables, entre US$ 10.000 millones y US$ 11.000 millones, se relacionan con los activos de aluminio adquiridos por la empresa en 2007 en Africa y que, finalmente, no resultaron ser lo que se pensó.
Otra gran minera que tuvo problemas el año pasado fue Anglo American, en específico, con la producción para sus operaciones de diamantes en Sudáfrica y una cuestionada
compra de una mina de hierro en Brasil. Esos, entre otros factores, impulsaron la salida de Cynthia Carroll a la presidencia ejecutiva de la compañía, cargo que será ocupado desde abril por Mark Cutifani.
«Es probable que ese tipo de operaciones serán las que las nuevas administraciones evaluarán con mayor intensidad e indirectamente darían mayor prioridad a las inversiones más «probadas», como las expansiones de actuales operaciones», opina Guajardo.
La principal minera del mundo, BHP Billiton, tendrá a Andrew Mackenzie como su nuevo presidente ejecutivo con la tarea de aumentar las ganancias de la firma en un contexto de accionistas con mayores exigencias.
Si a su antecesor, Marius Kloppers, el directorio de la firma aprobaba la estrategia de la firma de salir a comprar activos a lo largo del mundo, ahora la nueva cabeza de la minera deberá rentabilizar estos yacimientos, comentan en la prensa internacional. ¿Qué pasará con Chile? Para el director ejecutivo de Cesco, el país «sigue manteniendo una estabilidad que, comparada con otros distritos mineros, es favorable y muchos de los proyectos con mayor viabilidad para las mayores compañías mineras tienen que ver con la expansión de grandes minas, como Escondida, Collahuasi, Los Pelambres, Quebrada Blanca y varios de Codelco, como Chuquicamata, El Teniente y Andina. Por lo tanto, estos proyectos son una base indispensable que de cierto modo estará en las prioridades de las carteras de inversión de las mayores compañías mineras».