El experto, que representa a uno de los centros de investigación más especializados sobre la segunda economía del mundo, prevé que la demanda de commodities del gigante asiático se mantendrá por el apoyo del sector inmobiliario.
Esta semana comienza la sesión anual del Congreso Nacional Popular (CNP) de China, que es literalmente el punto de partida para la nueva administración política y económica del país, liderada por Xi Jinping y Li Keqiang. Será, entonces, la instancia para conocer cuál es el camino de crecimiento que asumirá en los próximos años el denominado «gigante asiático».
Y así lo espera Arthur Kroeber, un periodista especializado que tras trabajar varios años como corresponsal en Asia de la Unidad de Inteligencia de The Economist, se asentó en Beijing desde 2002 para asumir la dirección ejecutiva de la consultora Gavekal Dragonomics, uno de los centros de estudios más entendidos sobre la realidad de China.
«Si estas autoridades serán más de un perfil de continuidad o se moverán más hacia las reformas estructurales, creo que no lo sabemos certeramente», señala el experto, quien expondrá mañana en el seminario de inversiones «De la Muralla China a la Cordillera de los Andes» organizado por LarrainVial.
-Me imagino que de todos modos usted tiene una opinión sobre el eventual perfil de los nuevos líderes.
«Es una pregunta difícil de responder, porque China tiene una política muy cerrada. Pero hablando a modo general, la mayoría de los miembros del comité lucen más abiertos a iniciar reformas. Además, el gobierno pasado tuvo nueve integrantes y ahora hay siete, lo que es importante pues es más fácil adquirir consensos».
-¿Dónde se centrarían estas reformas?
«Nuestras expectativas se basan en la legalización del sector financiero; mejorar el ambiente de la competitividad; reformas fiscales para mejorar la estructura impositiva, que ayude al gobierno a dar más incentivos hacia empresas de servicios y consumo en vez de fomentar la industria pesada, y una reforma de precios centrada en la electricidad y el petróleo».
-¿Cree que este año China cumplirá la meta de crecimiento cercana de 8% para 2013?
«Este año estarán muy cerca de su objetivo, aunque estaría altamente sorprendido si lo superan. El año pasado ellos revelaron un PIB de 7,8%, pero creo que la cifra realmente fue más baja de lo que reportaron. Se dio una visión más optimista de lo que era, así que este año será definitivamente más fuerte. Si miramos sobre el curso de los próximo cinco o siete años, creo que la tasas promedio de crecimiento estarán cercanas al 7%».
-Últimamente ha habido reportes que hablan de una menor demanda de materias primas por parte de China. ¿Cree que la tendencia continuará?
«El crecimiento de la demanda será un poco más débil de lo que veíamos en el pasado, pero de todas formas el consumo de materias primas en China seguirá extremadamente alto en esta década».
«El ejemplo más simple de ello es el mercado inmobiliario, uno de los sectores que más contribuye en la demanda del país por materias primas (…) China estará construyendo en promedio 40% más casas cada año que en la década pasada. Para el caso del cobre el panorama es mucho más positivo, porque las fuentes de demandas son más amplias que el sector inmobiliario».
-La tasa de crecimiento de casas parece muy alta ¿Se mantendrá en el tiempo?
«El problema de ahora es que justamente la tasa de construcción es muy alta, lo que podría crear decepción a futuro. Este año ellos completarán 13 millones de unidades edificadas y creo que en los próximos años esto tenderá a bajar un poco para alcanzar un nivel sostenible, que de todos modos será más alto que el de la década pasada (cerca de 10 millones de viviendas construidas por año).
-¿Qué riesgo ve sobre la economía china?
«Creo que algunos riesgos están sobrevalorados, como la burbuja inmobiliaria y la banca en las sombras ( shadow banking ), que podría provocar irregularidades o una inestabilidad del sistema financiero. Yo no creo que sean problemas muy grandes».
«En el sector de vivienda todavía existe un número gigante de nuevas casas por construir, porque hay una escasez de viviendas y eso es el opuesto de la burbuja».
-¿Pero observa amenazas más serias?
«Hay otras dos fuentes de riesgo. La primera es que el crecimiento en los próximos cinco años dependerá mucho más de una reforma estructural. Una de las aristas de estos cambios es disminuir el poder de las empresas privadas, lo que puede generar una fuerte oposición».
«Lo segundo es que si el crecimiento disminuye, el gobierno podría intentar compensarlo teniendo otra expansión grande de crédito como lo hicieron en 2009. Eso sería peligroso porque el nivel de la deuda en China representa el 200% del PIB. Este nivel ha aumentado muy rápidamente en los últimos dos años y creo que si hay otra expansión enorme se podría crear algún riesgo de crisis financiera».
Si hay otra expansión enorme (de crédito), se podría crear algún riesgo de crisis»
Existe un número gigante de nuevas casas por construir, porque hay una escasez de viviendas y eso es el opuesto de la burbuja».
China estará construyendo en promedio 40% más casas cada año que en la década pasada».