También por mineria
viernes, 15 de enero, 2010 11:47
Bogotá, Reuters
Los pueblos indígenas enfrentan la amenaza de desaparecer en todo el mundo por la expropiación de sus tierras, la marginación, la violación de sus derechos y el desarrollo que los ha sumergido en la pobreza extrema, dijo el jueves un estudio de la ONU revelado en Colombia.
Se trata del primer informe sobre la situación de los pueblos indígenas del mundo elaborado por siete expertos independientes para las Naciones Unidas y que busca establecer acciones concretas para proteger a ese sector de la población.
«Los estados coloniales y modernos, en la búsqueda del crecimiento económico les han denegado ampliamente su derecho al desarrollo. Los pueblos indígenas suelen perder ante actores más poderosos y se convierten en los grupos más empobrecidos de sus países», aseguró el estudio.
Los pueblos indígenas, que suman unos 370 millones de personas y constituyen aproximadamente el 5 por ciento de la población mundial, forman parte del 15 por ciento de los pobres del mundo y representan la tercera parte de los 900 millones de indigentes en las zonas rurales, afirmó la investigación.
Aunque la población indígena ocupa un 20 por ciento de la superficie terrestre y representa la mayor diversidad cultural del planeta, su riesgo de extinción aumenta cada vez más, de acuerdo con el informe que alertó sobre la lenta desaparición de entre 6.000 y 7.000 lenguas.
«Los pueblos indígenas no han dejado de sufrir la pérdida de tierras, territorios y recursos naturales. El resultado ha sido que las culturas indígenas están a punto de desaparecer en muchas parte del mundo», dijo el documento de la ONU.
«Debido a que esos pueblos han quedado excluidos de los procesos de adopción de decisiones y de los marcos normativos de los estados nación en los que viven y que han sido objeto de procesos de dominación y discriminació n, se ha considerado que sus culturas son inferiores, primitivas, intrascendentes, algo que debe ser erradicado», recomendó.
El informe llamó la atención por el desplazamiento forzado de indígenas causado por la construcción de represas y actividades de minería, procesos en los que los afectados no han recibido una indemnización económica adecuada.
Al sombrío panorama se suman los cultivos comerciales, el cambio climático, las innovaciones tecnológicas y las grandes plantaciones que reducen los territorios de los indígenas y ponen en riesgo la salud y la sobrevivencia de las comunidades aborígenes.
La ONU también alertó sobre el escaso acceso a la educación que tienen los indígenas, la reducción de la esperanza de vida, y la exclusión a los sistemas de salud, además de la vulnerabilidad que enfrentan en medio de conflictos armados como el que se registra en Colombia.
Mario Palacios Panéz
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