Cartera será definida en el transcurso de este año con el reingreso a tramitación ambiental de Quebrada Blanca II y el término del estudio de factibilidad de Relincho para el último trimestre de este año.
Unas 450.000 toneladas de cobre fino al año agregarían los dos proyectos que minera Teck proyecta desarrollar en Chile antes de que finalice la década. El volumen de producción que incorporarían las iniciativas, que representa más de tres veces la producción de 142.000 toneladas alcanzada por la compañía el 2012, convertirá a la canadiense en el mediano a largo plazo en uno de los protagonistas de la gran minera del cobre nacional.
En una reciente presentación realizada el 14 de mayo en la Bank of America Merrill Lynch Global Metals, Mining Conference, la minera informó que el desarrollo de Quebrada Blanca II (QB II) permitiría generar unas 250.000 toneladas anuales de cobre, mientras que en su otra iniciativa, Relincho, calcula una producción de 200.000 toneladas al año.
Quebrada Blanca II al 2018
El proyecto prioritario de Teck en Chile es QB II, el que según la compañía –aparte de producir unas 250.000 toneladas al año– se ubicaría en el primer cuartil de costos. En principio, la compañía tenía previsto el reingreso del Estudio de Impacto Ambiental para el próximo mes, lo que según confirmó Donald Lindsey, CEO de Teck, en una conferencia sobre los resultados del primer trimestre, se postergaría para el cuarto trimestre del ejercicio en curso por problemas relacionados con permisos para las instalaciones existentes.
En la información presentada, la minera mantiene el avalúo de 2012 de US$5.600 millones para el proyecto, no obstante esta cifra inicial iría incrementándose en un 5% durante su ejecución por efectos inflacionarios. De este monto, unos US$4.800 millones serían financiados por Teck, por lo que la minera está estudiando distintas opciones para capitalizar el proyecto, dentro de las cuales se sigue considerando la asociación con un tercero. Por otra parte, la firma ya habría logrado acuerdos de compra de energía para asegurar el suministro a futuro para la faena.
El retraso en la tramitación ambiental implicaría la postergación en más de un año de la puesta en marcha de la nueva operación ubicada en la Región de Tarapacá respecto a lo informado por la empresa a Cochilco al 2012. De esta forma, en un escenario positivo, considerando la presentación del EIA para fines de este año, un plazo de tramitación de un año y un programa de construcción de 39 meses, la mina no estaría operando antes del primer trimestre de 2018.
Relincho secundará producción en Chile
La otra gran iniciativa, Relincho, está pisándole los talones a QB II. Los últimos anuncios de la compañía señalan que las proyecciones de producción para el proyecto ubicado en la Región de Atacama llegarían a las 200.000 toneladas anuales del metal rojo. El proyecto, que demandaría una inversión cercana a los US$3.900 millones, concluiría su estudio de factibilidad en el último trimestre de este año. Terminada esta fase, la compañía entregará nuevas estimaciones de sus recursos y reservas.