La concesión minera tiene una extensión de 13 mil 600 hectáreas, de las cuales entre 5 mil 900 y 7 mil hectáreas se utilizarán para el desarrollo del proyecto.
La minera Panamá explotará el Cerro Petaquilla durante los próximos 30 años, lo que supone una gran contaminación y destrucción de la biodiversidad de la zona, en la cual se han encontrado nuevas especies de animales, algunas que están en peligro de extinción
PANAMÁ. Lagos de agua cristalina, bosques tupidos y rodeados de biodiversidad es el panorama alentador y paradisíaco que auguran los directivos del proyecto cuprífero de Cerro Petaquilla, una vez culminen los 30 años que durará su explotación.
‘Los beneficios son mayores que los impactos negativos’, destacaron directivos de la empresa Minera Panamá durante un conversatorio con periodistas, en el cual se ufanaron de que solo en los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) se han gastado 16 millones de dólares.
Según la directora de Relaciones Externas de Minera Panamá, Mercedes Morris, se trata de uno de los 10 principales proyectos de cobre en todo el mundo. En su instalación se invertirán cinco (5) mil millones de dólares entre el 2010 y el 2015, y hasta el 2045 se extraerán 290 mil toneladas de minerales por año, explicó Morris.
Sobre el impacto al medio ambiente, destacó la responsabilidad con la que la empresa ejecutará este proyecto, y adelantó que dentro de 30 o 35 años, cuando deje de operar la mina, quedarán cuatro lagos, y la zona boscosa afectada será recuperada.
LO QUE QUEDARÁ AL FINAL
Con optimismo los directivos de Minera Panamá vaticinan algo similar a lo que ha sucedido en proyectos mineros culminados en Canadá, donde hoy día existen lagos y bosques por donde se pasean animales silvestres.
Consideran que el riesgo más grande para la salud humana no serán las emanaciones que genere la mina, sino los autos que circularán por las carreteras que se habilitarán en esta zona montañosa.
La concesión minera tiene una extensión de 13 mil 600 hectáreas, de las cuales entre 5 mil 900 y 7 mil hectáreas se utilizarán para el desarrollo del proyecto y se estima que unas 2 mil 200 hectáreas serán impactadas.
‘La huella final del proyecto serán lagos y bosques’, precisaron los directivos, quienes destacaron que la mina está ubicada en una de las áreas más pobres del país, a pesar de estar asentada sobre una fortuna.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
La directora ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), Alida Spadafora, no comparte la opinión de Minera Panamá, por lo que destacó que no pueden compararse los ecosistemas canadienses, donde la biodiversidad es baja, con los ecosistemas tropicales de Panamá.
‘La biodiversidad, que es una de las grandes riquezas de Panamá, se verá afectada de forma irreversible, siendo que la zona contiene una gran biodiversidad en donde se están descubriendo nuevas especies o especies no reportadas en el país. Además la zona alberga especies que están en la lista de amenazadas’, precisó.
ESPECIES AFECTADAS
Destacó que donde operará la mina existen especies endémicas del Caribe de Panamá, y es posible que algunas solo existan en la región que se verá afectada. ‘Toda esa riqueza de fauna y flora podrá perderse para siempre. Los lagos y bosques anunciados serán el esqueleto de un gran bosque y rica biodiversidad que allí existió’, vaticinó Spadafora.
Igualmente, altas precipitaciones, la inestabilidad de los suelos y la riqueza hídrica de la zona no son comparables con lo existente en Canadá. Por tanto la operación de explotación a cielo abierto del tamaño que planea realizar Minera Panamá representa un alto riesgo para el país.
Tampoco hay término de comparación entre la institucionalidad canadiense y la de Panamá y prueba de ello ha sido la falta de monitoreo y control que el gobierno ha demostrado en el caso de la operación de extracción de oro por parte de Petaquilla Gold.
Spadafora se refirió a las fallas en la construcción de las tinas de relave y en la vigilancia y control para el cumplimiento de normas y compromisos, que revelan la poca competencia del Gobierno Nacional ante tan sensitiva y compleja operación.
‘¿Qué podemos esperar de una operación de tan gran dimensión como la que planea Minera Panamá? La ciudadanía se sentirá desprotegida y sus medios de vida en la incertidumbre. Los recursos naturales quedarán impactados para el futuro’, puntualizó la directora ejecutiva de ANCON.