La ciudad se hallaba semiparalizada el lunes por una protesta de sus vecinos que exigen frenar operaciones mineras a una empresa de capitales estadounidenses por supuesto daño a un cerro que es emblema nacional.
Fuente: diario Los Tiempos
19/10/2009.
La huelga obligó a parar el transporte público, el comercio, las escuelas públicas y algunas oficinas estatales de la ciudad de Potosí, 430 kilómetros al sur de La Paz, dijo por teléfono a la AP el dirigente cívico Celestino Condori.
Pero miles de mineros que laboran en el Cerro Rico de Potosí no secundaron la protesta con el argumento de que la demanda afecta a sus fuentes de trabajo.
«Estamos exigiendo al gobierno que ordene la paralización de operaciones mineras de la empresa Manquiri por encima del nivel de 4.400 metros de altura porque se está afectando la forma morfológica del cerro», dijo Condori. Manquiri es subsidiaria de la estadounidense Cour DAlene Mines.
El gobierno dijo anteriormente que no ordenará parar operaciones hasta que concluya un estudio geológico en ejecución. El yacimiento pertenece a la estatal Corporación Minera de Bolivia, que entregó a privados las concesiones.
El emblemático Cerro Rico de Potosí está en el escudo nacional y en las monedas de uso diario. Es un cono casi perfecto de 4.782 metros de altura a cuyos pies descansa la ciudad que lleva el mismo nombre.
según los historiadores, en 1545 un indígena que pastaba en las alturas descubrió una rica veta de plata. La riqueza fortaleció el poderío económico y bélico del imperio español y también forjó el nacimiento de Bolivia como república independiente a partir de 1825.
Perforado por miles de socavones, el cerro no ha dejado de entregar mineral desde el siglo XV. Condori dijo que actualmente trabajan unos 14.000 mineros independientes organizados en cooperativas que explotan plata, estaño y zinc.
Manquiri recupera mineral de descartes mineros que se acumularon a lo largo de los siglos. Los mineros sacan 4.000 toneladas de roca todos los días, dijo Condori.
El líder cívico afirmó que el cerro se está hundiendo por una saturación de operaciones por encima de los 4.300 metros de altitud.
En los últimos años más gente labora en la mina atraída por los cotizaciones que tras una caída hace un año comenzaron a recuperar.