Por fin, después de años de arduas negociaciones, se logró votar hoy en segundo debate, de forma unánime, la ley que busca prohibir el otorgamiento de permisos y concesiones para exploración y explotación de minería metálica a cielo abierto en el territorio nacional, así como el uso de sustancias tóxicas como el cianuro y el mercurio en la actividad minera, (expediente 15.948), el cual fue impulsado por el Frente Amplio, cerrando de una vez por todas el “portillo” legal para el desarrollo de estas prácticas insostenibles en Costa Rica.
José María Villalta Flórez-Estrada, diputado del Frente Amplio, señaló que “no se prohíbe la minería subterránea, pero se libera al país de la forma de minería más devastadora que existe: la minería metálica a cielo abierto, la que por las condiciones geológicas del país más está amenazando nuestras fuentes de agua, nuestros bosques y nuestra biodiversidad. Es claro que esto no es suficiente. Pero en comparación con el escenario actual resulta innegable que se trata de un progreso”.
Villalta Florez-Estrada considera que “si la concesión de la compañía minera en Crucitas se cae en los tribunales contencioso-administrativos o el Gobierno la revoca, la transnacional minera no podrá obtener una nueva concesión ni revivir la anulada. Tampoco podrá pedir una prórroga del plazo. En última instancia, esta reforma le cierra las puertas a decenas de concesiones mineras que están en trámite, en la zona Norte y en el resto del país. Hoy estos trámites están frenados por el decreto de moratoria, pero, como pasó al inicio del Gobierno de los Arias, dicha moratoria puede eliminarse fácilmente con otro decretazo nocturno”.
“Como lo hemos señalado en anteriores ocasiones, el gobierno debe ser consecuente y aprovechar este momento para derogar el Decreto Ejecutivo número 34801-MINAET que declaró de interés público y conveniencia nacional el Proyecto Minero Crucitas”, señaló el diputado Villalta,