De 2013 a la fecha, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha atendido 44 emergencias ocasionadas por derrames de jales, soluciones ácidas, cianuradas y lixiviados.
El titular de la procuraduría, Guillermo Haro Bélchez, detalló que durante ese tiempo la Profepa también ha verificado la atención a diversos pasivos ambientales en todo el país donde existe presencia de jales y escoria minera abandonada.
Al respecto, refirió que esta dependencia está atendiendo casos de pasivos ambientales en Ávalos y San Guillermo, Chihuahua y en Taxco, Guerrero.
La Profepa tiene registradas mil 134 instalaciones mineras en operación, a nivel nacional, destacó el funcionario en el marco de la firma de un Convenio de Concertación con el Colegio de Ingenieros Geólogos de México.
Por ello, dijo, que durante la administración actual se han llevado a cabo mil 032 visitas de inspección y verificación, para revisar los términos y condicionales establecidas en las autorizaciones de impacto ambiental, así como la normatividad vigente.
Haro Bélchez señaló que este acuerdo es una oportunidad para sumar capacidades, esfuerzos, voluntades e intereses, con el fin de atender varios problemas en materia ambiental.
«Impulsaremos acciones para una mejor gestión ambiental de sitios contaminados, con un acento en la industria minera: presas de jales, derrames de lixiviados, contaminación por metales pesados y confinamientos en formaciones geológicamente estables».
El convenio, sostuvo, coadyuvará a la capacitación de los inspectores federales de la Profepa, en aspectos técnicos indispensables para la evaluación de diversos riesgos, como cierre de operaciones mineras, manejo de presas de jales, así como la dispersión de contaminantes en los suelos.
Además, servirá como herramienta prioritaria para la identificación de contaminación natural que pueda presentarse en territorios con anomalías geológicas en el país, finalizó.