Perú

Policías entraron al pueblo con sus armas en la mano

Huancabamba. Comunero los fotografió cuando llegaron. Juan Romero registró con su cámara los instantes en que las fuerzas del orden ingresaron a Cajas Canchaque.
La Republica 18/12/2009

María Elena Castillo.
Fotografías tomadas el 2 de diciembre pasado, pocos minutos después de que efectivos policiales llegaron al caserío de Cajas Canchaque, en Huancabamba, con el objetivo de detener a comuneros presuntamente involucrados en el ataque a un campamento minero de Río Blanco, revelan que los custodios ingresaron a la zona con las armas en la mano, alarmando a la población.
Las imágenes, captadas por la cámara de Juan Romero Labán, poblador de la zona e hijo de uno de los comuneros fallecidos, muestran a un grupo de policías ingresando a la comunidad en actitud amenazante.

“Mi padre (Vicente Romero) y yo estábamos en la casa y escuchamos cuando llegó la policía. Salimos a ver lo que pasaba y fui a traer la cámara para tomar fotos, porque se sabía que los policías maltratan a los campesinos”, contó a La República.

Dijo que los policías llegaron en dos camionetas hasta el ingreso de la comunidad y subieron caminando por una trocha de tierra. Explicó que la población se alarmó y salió a preguntarles por qué estaban allí, qué estaban buscando.

“Unos policías subieron con las armas en la mano y otros a la altura en la cintura. En ese momento había como doce personas, que les preguntaban qué querían. Les decían que allí vivíamos tranquilos, que somos gente sana”, recordó.

Me amenazaron
El testigo señaló que el señor Cástulo Correa, otro de los fallecidos, “estaba un poco embriagado” y se habría caído cerca de un policía, lo que motivó que los miembros de las fuerzas del orden lanzaran bombas lacrimógenas e insultaran a la población.

Relató que la gente comenzó a correr asustada y la policía empezó a disparar. “No pude tomar fotos de eso porque se acabó el rollo. Me amenazaron con la pistola en mano. Me dijeron: te baleo si sigues tomando fotos”, aseguró.

Su tía, Eulalia Romero, recibió un impacto de bala en la pierna –según dijo el testigo–, por defender a un comunero que estaba siendo maltratado por los custodios.

Su padre, Vicente,  fue alcanzado por un proyectil cuando corría con el resto de la población. El protocolo de necropsia señala que el orificio de entrada de la bala se ubica en la espalda, a la altura del tórax, lo que confirma la versión de que el campesino estaba corriendo, huyendo de los policías, y no atacándolos como afirman los miembros de las fuerzas del orden.

Precisiones
1] No atacaron. La abogada de Fedepaz, Rosa Quedena, negó que los comuneros hayan atacado a la policía. Afirmó que los pobladores estaban desarmados.

2] Apuro. Días antes ella fue a la base instalada en Huancabamba para coordinar la presentación de testigos y un policía le reveló que querían acabar con las investigaciones esa semana.  “Actuaron por apuro”, explicó.