Los comuneros del distrito ferreñafano de Cañaris, en donde se encuentra el proyecto cuprífero Cañariaco promovido por la empresa canadiense Candente Cooper, advirtieron que harán valer la voluntad del 95% de la población que votó contra la ejecución de este emprendimiento minero.
Rosa Huamán Rinza, secretaria de la comunidad campesina San Juan Bautista de Cañaris, dijo que el resultado de la consulta popular realizada el 30 de setiembre pasado se dio en razón a la ubicación del proyecto minero.
«Está en la parte alta donde se ubican ojos de agua, bosques cubiertos de árboles de quina, orquídeas, y animales en extinción como el oso de anteojos», lamentó Huamán Rinza, quien acotó que el descontento de los comuneros empezó hace ocho años cuando observaron la tala de árboles y los pocos resultados del diálogo con la empresa.
Dijo que han enviado cartas al Ejecutivo para buscar una solución, pero no tienen respuesta, por lo que justificó que los comuneros hayan tomado dos veces el campamento de la minera Candente.
«La gente está molesta y podría otra vez salir a protestar para evitar que este proyecto se efectúe en una zona que es de gran belleza», indicó Huamán, quien también integra las rondas femeninas.