Funcionarios del Municipio de Ibarra, de Senagua, Ministerio del Ambiente y de la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom), llegaron ayer hasta la mina San José, en la exquebrada de San Juan, para verificar si la concesión minera que trabaja en el lugar cumple con lo establecido en la ley.
Claudio Vaca, director de Ambiente del Municipio, dijo que la inspección era en conjunto con la Comisaría de Construcciones. “El documento pedía hacer una inspección conjunta por el tema de afectación a la vía pública”.
Después de realizar las verificaciones, Vaca brindó declaraciones para indicar las acciones de inspección. Mientras hablaba, moradores del barrio se aglutinaron a su alrededor. Ellos reclamaban porque dicen que los mineros de la zona están afectando el medioambiente, no tienen el debido control y el material de trabajo está desviando el cauce del río.
Vaca indicó, entonces, que el trabajo minero “no está explotando, está retirando el material”. Estas palabras causaron malestar en los pobladores que afirmaban que sí trabajan normalmente en el sitio. Mostraron videos grabados en su celular donde se veía que las labores continuaban en la zona. A lo que Vaca replicó: “Pero yo no puedo ver”.
Cuando se le preguntó si iba a clausurar esa concesión minera, el funcionario municipal dijo que tienen que analizar los documentos. “Por el momento no hay suspensión de la mina porque no tengo información ni observación de la Arcom”.
Origen del problema
José Aurelio Simbaña lleva una gorra ploma desgastada, una camisa roja de rayas y unos zapatos empolvados. Camina silencioso atrás de los burócratas que realizan la inspección. En su brazo izquierdo carga documentos. Escucha atentamente todo lo que dicen, pero no interviene ni se pronuncia.
Su silencio es tan perturbador que un periodista de este medio le pregunta desde cuándo es dueño del terreno, solo para escuchar su voz. Sin embargo, Simbaña no emite ningún sonido y con gestos llama a su interlocutor.
Su abogado, quien lo representa legalmente, aparece en escena. Dice que Simbaña es dueño de la propiedad desde hace mucho tiempo. ¿Cómo inició en el negocio? Por cosas del azar. “Apareció una mina y, entonces, se solicitó la concesión”, responde.
A unos pasos, continúan los reclamos de los moradores. El abogado mira al grupo y agrega: “Como se trata de minería a pequeña escala, no se necesita mayores cantidades de requisitos”.
Beneficios para la comunidad
Según la Ley de Minería, las actividades de extracción de materiales áridos y pétreos deben generar beneficios y regalías para la comunidad aledaña. El objetivo es cubrir necesidades básicas insatisfechas para que haya un desarrollo territorial productivo.
Sin embargo, los moradores del barrio dicen que, desde que inició a trabajar la concesión minera, no ha habido ninguna ayuda.
El abogado, de la concesionaria minera, señala lo contrario. “A la municipalidad se le entregó 250 volquetas de material pétreo para que sustente las bases del adoquinado de la ciudad de Ibarra”.
Por su parte, Claudio Vaca señala que los mineros han cumplido con su parte. “Ellos aportan en la limpieza de caminos. Cada cierto tiempo, la maquinaria hace el mantenimiento”.
Tras la visita, los moradores de la zona esperan respuestas de las autoridades y acciones inmediatas. (PTEG)
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