Perú

Perú: Pretenden entregar el bosque del pueblo indígena Shawi a una minera canadiense

En octubre de 2017, el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico de Perú (INGEMMET), oficina adscrita al Ministerio de Energía y Minas que está encargada de concesionar solicitudes y títulos mineros, admitió a trámite ocho petitorios mineros de 1000 hectáreas cada uno y uno más de 900 hectáreas. En total son 8,900 hectáreas ubicadas en pleno bosque tropical húmedo, hogar del pueblo indígena Shawi. Dichos petitorios fueron realizados por la empresa Minerales Camino Real Perú S.A.C, perteneciente a la empresa canadiense Royal Road Minerals Limited. La minera canadiense Royal Road Minerals Limited cuenta además con proyectos mineros en Nicaragua y Colombia para la explotación de cobre, hierro y primordialmente oro. (1)

En febrero de 2018, Barrick Gold Corporation, la minera canadiense líder en la industria del oro, compró alrededor del 12.5 por ciento de las acciones de Royal Road Minerals Limited. (2)

Barrick Gold Corporation es la principal minera de oro a nivel mundial, luego de años de una agresiva estrategia de adquisiciones. Cuenta con 20 mil empleados (contando consorcios o Joint Ventures), 27 minas en operación, 10 proyectos en desarrollo y las mayores reservas de oro de la industria. Barrick cuenta con emprendimientos en Estados Unidos, Canadá, República Dominicana, Argentina, Chile, Perú, Australia, Papua Nueva Guinea, Saudi Arabia y Zambia.

En el Perú, Barrick tiene dos yacimientos mineros – Lagunas Norte y Pierina. Lagunas Norte, ubicada en el departamento de la Libertad en las montañas andinas, es un yacimiento a tajo abierto que comenzó sus operaciones en 2005. Para obtener el oro, se taladra a 11 metros de profundidad para luego introducir explosivos que fragmentan la roca. Diariamente se mueven más de 200 mil toneladas métricas de mineral y estéril! Por su parte, la mina Pierina, ubicada en el departamento de Ancash, entre los 3.800 y 4.200 metros de altura, es también una mina a tajo abierto que utiliza perforadoras que realizan excavaciones de 10,5 metros de profundidad para acceder al mineral preciado. Ambas minas utilizan un proceso que contiene cianuro de sodio disuelto en agua, entre otras sustancias tóxicas, para separar el oro y la plata contenidos en el mineral extraído.

Actualmente Barrick controla más de 145 mil hectáreas entre estas dos minas, siendo además propietaria del yacimiento Irene I-500 en Ancash. La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) asegura que Barrick no paga regalías en el Perú debido a los Contratos de Garantía y Medidas de Promoción de la Inversión, conocidos también como contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa. A nivel de los conflictos sociales y ambientales, según la Defensoría del Pueblo, a mayo de 2017, se registran 123 conflictos socio-ambientales activos, de los cuales el 64.6 por ciento son causados por actividades mineras. La mayor denuncia de los pobladores es la constante contaminación por parte de las minas y el saqueo de sus fuentes de agua.

Exploración minera y la resistencia indígena

En diciembre de 1997, INGEMMET publicó el libro “Geología de los cuadrángulos de Balsapuerto y Yurimaguas”. (3) El estudio fue realizado por un grupo de expertos encargado por el Ministerio de Energía y Minas del Perú, con el objetivo de propiciar y promover la explotación minera en estos distritos. En este documento aparece lo siguiente: “se han reportado en el área de estudios evidencias arqueológicas que consisten en trazos petroglifos representando probablemente manifestaciones culturales o religiosas de antiguos pobladores de esa zona (Distrito de Balsapuerto) (…) Dichos trazos son perfectamente circulares y alongados, cuyos significados reales son materia de estudios detallados.” (4)

Un descubrimiento del mundo occidental frente a lo que ocultaron por años los indígenas Shawi. Posteriormente, varias investigaciones determinaron que el pueblo Shawi llama a esa roca con trazos petroglifos “Cumpanamá”, haciendo referencia a su divinidad mítica religiosa. Estudios recientes han encontrado y catalogado otros 50 sitios arqueológicos prehispánicos (5), los cuales lamentablemente, hasta el día de hoy, no se han delimitado ni inscrito en los registros públicos, ni se ha realizado el trámite administrativo ante el Ministerio de Cultura para su reconocimiento. Balsapuerto es un distrito compuesto por 95 por ciento de población indígena Shawi, que vive en el departamento de Loreto, en los ríos Cahuapana, Sillay, Supayacu Paranapura, Cachiyacu y Shanusi. El pueblo Shawi está entre los ocho grupos indígenas más importantes del Perú, desde el punto de vista demográfico.

Los indígenas Shawi creen que el mundo es ovalado como el panal de avispas y que este está cubierto por una inmensa capa azulada, dentro de la cual se mueven y se trasladan la luna, el sol y las estrellas. La tierra está rodeada de agua y el lugar donde los hombres viven era inicialmente sólo agua sujeta por el cielo. Según la cosmovisión Shawi, en el espacio de más arriba vive el sol (Pi’i) y desde ese lugar vinieron Mashi y Cumpanamá, las principales divinidades del pueblo Shawi. El Cumpanamá formó la tierra y los ríos, transformó los peces del aserrín de los cedros, de las hojas sacó los animales terrestres y las aves, y enseñó a pescar y a hacer canoas. Mashi, por su parte, les enseñó a cultivar, cazar y otras actividades. Una cultura rica, llena de historias propias de un pueblo milenario, que muestra su relación intrínseca y única con sus espacios de vida.

En 2009, los líderes Shawi llamaron a una movilización nacional para defender sus tierras. Una manifestación única de resistencia indígena, que evidenció la lucha desigual del poder político subyugante hacia los más débiles, en este caso, la minoría indígena. La gran nación Shawi demostró su capacidad de organización al desplazar un promedio de cinco mil personas hacia la carretera Yurimaguas- Tarapoto. El Presidente de aquel entonces, Alan García, catalogó a los pueblos indígenas como “ciudadanos de segunda clase” mientras que promovía en el Congreso de la República un paquete de leyes relacionadas a la tenencia de tierras. El argumento era que dichas leyes eran un requerimiento para la implementación del Tratado de Libre Comercio que el Perú había firmado con los Estados Unidos. El 5 de junio de 2009 se vivió una tragedia para todo el país. Conocida como la “masacre de Bagua”, por lo menos 33 personas murieron en los enfrentamientos entre las comunidades indígenas y las fuerzas armadas. Los líderes indígenas, con el grueso grupo de hermanos Shawis, entendieron que si retrocedían perderían sus tierras y, con mucho pesar, tomaron la decisión de no retirarse y volver al segundo día. Seis mil hermanos regresaron dispuestos a defender lo que muchos de los estudiosos de conflictos sociales no entienden: “el indígena es la tierra y la tierra es el indígena”; es una unión indivisible, irrompible. Si muere la tierra, muere el indígena, y si muere el indígena, muere la llamada naturaleza. En aquel entonces, los indígenas y las poblaciones aliadas fueron los únicos que garantizaron la caída de todos los decretos que buscaban facilitar el acaparamiento de tierras indígenas.

Este largo camino de resistencia ante la invasión cultural y el arrebato de los territorios indígenas, muestra la fuerza de su enraizamiento con la tierra, el bosque y la vida. “La historia oficial de nuestra Amazonía es una historia parcial, hecha para ensalzar a los conquistadores, aventureros, viajeros y colonizadores. A los grupos indígenas se les reduce a “Objetos de estudio” etnológico, dentro de una puerilidad que sólo refiere anomia y pasividad ante la conquista y despojo”. (6) En innumerables ocasiones sin embargo, los pueblos indígenas han mostrado que no son ni sumisos ni indiferentes. Todo lo contrario.

 

La consulta previa que nunca llegó: imposición y lucha

La resistencia indígena, entre otras cosas, dio pase a la famosa Ley de Consulta Previa Nº29785, que toma como base el Convenio 169 de la OIT, al cual el estado peruano es parte firmante, con la idea de que estos hechos no ocurran de nuevo.

No obstante, en el Reglamento de la Consulta Previa se esconde una argucia legal. En el artículo 1 se señala que el resultado del proceso de consulta NO es VINCULANTE, salvo en aquellos aspectos en que hubiere acuerdo entre las partes. Está claro entonces la dirección y utilización a que pudiere dar lugar dicha Ley, que hoy se trasluce en el proceso del petitorio minero de las 8,900 hectáreas.

El proyecto minero se denomina “Timo” y se planea desarrollar en el distrito de Balsapuerto. Esta zona está cubierta de bosques primarios. Alberga además la cuenca del Cachiyacu, cuyas aguas descienden desde las cercanas estribaciones de la cordillera subandina y fluyen hasta tributar al Paranapura por su margen derecha, el cual vierte su caudal al Huallaga a la altura de la ciudad de Yurimaguas.

Balsapuerto se ubica entre los límites de la selva baja o llanura amazónica y los relieves de la cordillera subandina o Cahuapanas. La flora representa la expresión viva más notable de los ecosistemas amazónicos del trópico húmedo, conformando una extensa y continua selva densa, con árboles que sobrepasan los 30 metros de altura. La variedad de especies de fauna es peculiar, debido a los ecosistemas montañosos (o selva alta) que se asocian por colindancia y proximidad al territorio del llano amazónico propiamente (o selva baja). En estos bosques se encuentran comunidades tituladas y tierras ancestrales del pueblo Shawi, que dependen de estos para sus medios de vida y sustento. Las cabeceras de cuenca que se verían afectadas también perjudicarían a los poblados urbanos cercanos.

Hasta la actualidad, el proceso de solicitud de la mina Timo no cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental ni tampoco ha sido consultado con la población local ni con las autoridades locales. El Gobernador de la región Loreto, Fernando Meléndez Celis, ha mencionado que no permitirá ni entregará ni un centímetro de las tierras de Balsapuerto a este proyecto. El alcalde del distrito de Balsapuerto, Magno Savedra Cachique, ha ofrecido ya dos conferencias de prensa oponiéndose a la minería en el distrito de Balsapuerto, e indicando que ni siquiera la municipalidad tenía conocimiento del tema. (7) Por tanto, el asesor legal de la municipalidad viene impulsando una denuncia penal a los funcionarios del INGEMMET que admitieron el petitorio minero.

La sociedad civil organizada de Alto Amazonas se ha mostrado preocupada al respecto y viene organizando acciones en conjunto con los líderes indígenas y las organizaciones representativas del pueblo indígena Shawi de Balsapuerto. La iglesia católica ha demostrado profunda preocupación a través de su programa Pastoral de la Tierra, subvencionado por el Vicariato Apostólico de Yurimaguas. Los medios de prensa escrita y radial locales vienen informado ampliamente sobre el tema a la comunidad de Yurimaguas en particular. La radio comunitaria Rtv Total viene informando constantemente sobre este tema con mayor profundidad, teniendo una filial bilingüe castellano-Shawi. El diario el Menguare viene informando en la ciudad de Yurimaguas y en el distrito de Balsapuerto.

Aún no se han entregado los títulos de la concesión minera ni los permisos de operación. Por tanto, queda que el gobierno central, a través del Ministerio de Energía y Minas, escuche los llamados de la población local, incluidas las comunidades Shawi, y prohíba la solicitud minera. ¿Podrá una vez más una minera canadiense imponer un proyecto que destruirá casi 9 mil hectáreas de bosques del cual depende el pueblo Shawi y otros pueblos adyacentes sin su consentimiento, ni el de las propias autoridades locales?

Alain A. Salas Dávila
Líder indígena independiente
Asesor de Organizaciones Indígenas de la Amazonia Peruana

Fuente:http://movimientom4.org/2018/07/peru-pretenden-entregar-el-bosque-del-pueblo-indigena-shawi-a-una-minera-canadiense/