Mario Tabra es trovador, docente, líder ambiental y escritor.
El fiscal de Huancabamba, Martín Rijalba Gutiérrez, pidió 13 años de pena privativa de la libertad para el dirigente Mario Tabra por el supuesto delito de sustracción y arrebato de arma de fuego y por lesiones contra un capitán de la policía.
La medida fue calificada de persecución contra los líderes sociales que se oponen a la actividad minera de Río Blanco en Huancabamba y Ayabaca.
El fiscal se basa en la declaración del efectivo Héctor Vera Revollar quien aduce haber forcejeado con una persona de 45 años, medía 1.68 m, vestía pantalón oscuro, chompa clara y un poncho oscuro y al que identificó a través de una fotografía.
Vera Revollar afirma que le arrebataron un fusil AKM–K, el cual se disparó producto del forcejeo y que le produjo una herida en el fémur.
Se cuestiona que el fiscal no haya considerado las pruebas de absorción atómica que establecen que ninguno de los acusados percutió arma alguna.
Para la población es una forma de venganza contra quien es un reconocido líder de los wayakuntu ayawaka (guayacundos de Ayabaca), que impulsó la consulta vecinal en el que el 98 por ciento de habitantes dijo no a la minería.
Historia de una persecusión
“No es la primera vez que me han querido encarcelar, el año 2005 me acusaron de secuestro y torturas primero contra unos comuneros de Yanta que trabajaban en la mina y después la ampliaron contra oficiales de la PNP de Ayabaca”, sostuvo Tabra.
Mario Tabra, quien ejerce la docencia y dedica su tiempo también a las artes, narra un hecho que recuerda las épocas oscuras de la violencia política en nuestro país.
“En el 2006, luego de dar mi manifestación, fui detenido por un comandante y cinco policías armados, quienes me bajaron de un bus interprovincial en Chulucanas, con el propósito de encarcelarme por portar discos de protesta. En realidad era mi producción musical titulada “Trovando”, en el que pongo música a los poemas de César Vallejo”.
Mario Tabra fue absuelto en el 2007 de una acusación similar a la actual, a pesar de los intentos de la empresa Río Blanco por presentar testigos falsos que al final no llegaron a ratificar su acusación, señala.
En el 2008, 35 personas, entre alcaldes, abogados, comuneros y defensores del ambiente, y cómo no, Mario Tabra, fueron acusados de terrorismo por haber impulsado la consulta vecinal del 16 de setiembre de 2007.
“En el año 2009, a raíz de la oscura matanza de 3 trabajadores del proyecto Río Blanco, el comandante de Huancabamba, con la fiscal adjunta y efectivos policiales armados incursionó en mi casa, en Ayavaca, para tomar mi manifestación por los hechos ocurridos, en clara intención de detenerme para amedrentar a los comuneros y comuneras”, refiere.
Ahora, además de los 13 años de prisión para Tabra Guerrero, el fiscal ha pedido una reparación de cinco mil soles. También ha acusado a Arsenio Guevara Ojeda por el delito contra la seguridad pública para quien ha pedido cuatro años de pena privativa.
“Espero que el Juez de Huancabamba actúe con criterio objetivo y resuelva pronto este caso”, pidió el dirigente.
“Estoy secuestrado con una comparecencia restringida por la cual no puedo salir de mi localidad desde hace cinco años, los cuales vengo firmando por un exhorto en el Juzgado de Ayavaca, de lo contrario tendría que viajar mensualmente a Huancabamba a firmar”, precisó.
Mientras tanto, sostiene, seguirá trabajando en la defensa de los derechos de la Pachamama y de sus hijos.
¿Casualidad o parte de una estrategia?
El capitán PNP Carlos Alberto Castañeda Rojas, quien ha sido inculpado de homicidio culposo por la muerte de Melanio García Gonzales, detenido y torturado en Majaz, es quien acusa ahora a Mario Tabra de haber arrebatado el arma a Vera Revollar y haberle disparado en la pierna.