La publicación del libro “Lavado de oro”, del criminólogo suizo y experto anticorrupción, Mark Pieth, ha puesto el foco de atención en la producción de oro ilegal en países como el Perú y la conexión con las actividades de las refinerías en Suiza.
Como se sabe, Suiza es uno de los centros mundiales de refinación de oro: como señala Pieth, “en Suiza se mueve el 70% del oro del mundo y casi la misma cantidad sale después refinado”[1]. Además, desde hace tiempo, las cifras mostraban que el principal destino de las exportaciones de oro del Perú era Suiza y todo hacía suponer que un porcentaje de ese oro producido era de origen ilegal.
Por ejemplo, durante muchos años las estadísticas oficiales del Ministerio de Energía y Minas han mostrado una diferencia entre la producción oficial de oro y las exportaciones: las exportaciones de oro superaban la producción nacional. ¿Cómo se explicaba esta diferencia? Todo indica que era por la producción de oro ilegal que al parecer, se blanqueaba en plantas procesadoras y a través de complejos y poco transparentes mecanismos de comercialización.
Algunos estudios realizados en el Perú
Víctor Torres Cuzcano remarcó en una investigación publicada por CooperAccion (2015)[2], algunos aspectos claves que deben ser considerados para entender la real dimensión de esta actividad en las últimas décadas. Por ejemplo, hasta el año 2002 el volumen de oro exportado guardaba estrecha correspondencia con el volumen producido, sin embargo, desde el año 2003, cuando precisamente se inicia el súper ciclo de precios y la cotización del oro comenzó a aumentar de manera sostenida, las estadísticas oficiales comenzaron a mostrar que el volumen de oro producido se fue distanciando del volumen exportado (ver gráfico).
Todo indica que “conforme la producción de oro se hizo más rentable, la producción ilegal e informal de este metal se volvió más intensiva. En este contexto, el exceso de volumen exportado con respecto al volumen oficial de producción registrado, constituye una buena variable proxy para estimar la amplitud de la producción de la minería ilegal…”[3].
Según los cálculos de Torres Cuzcano, de cada 100 toneladas de oro que se produjo en el Perú en el período 2003-2014, poco más de 19 toneladas provino de la minería ilegal o informal: “es más, durante 2010-2013, la producción ilegal o informal representó -en promedio- poco más de la cuarta parte de la producción total de oro de esos años” (ver gráfico) y que “el valor total de la producción ilegal o informal de oro en el Perú, registrada y no registrada, ascendió a US$15,777 millones durante 2003-2014; monto que en promedio representó US$ 1,315 millones al año”.
Estas cifras alcanzadas por la actividad mineral ilegal o informal, coinciden con las proyecciones hechas por otros estudios que señalan que entre el 2010 y 2011, las exportaciones ilegales de oro superaron a las del narcotráfico[4].
Los retos pendientes de la lucha contra la minería ilegal
La lucha contra la minería ilegal ha abierto un nuevo capítulo en este primer semestre del año: el 18 de febrero se declaró el Estado de Emergencia en cuatro distritos de la provincia de Tambopata y un mes después se puso en marcha la denominada Operación Mercurio 2019, un mega operativo multisectorial que tiene como objetivo principal erradicar la minería ilegal y los delitos asociados a ella en la zona de La Pampa que, como se sabe, se encuentra ubicada en el área de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata.
Según declaraciones a la prensa por parte de la Ministra Fabiola Muñoz, el Ejecutivo se ha propuesto erradicar la minería ilegal en La Pampa, implementando una serie de intervenciones multisectoriales y fortaleciendo la presencia del Estado en la zona. Han señalado que, a diferencia de otros operativos, en esta ocasión han llegado para quedarse.
Habrá que observar con mayor detalle cómo seguirá avanzando la intervención en esta región del país y, sobre todo, si la determinación del Ejecutivo se mantiene y si el operativo cuenta con el respaldo y las partidas correspondientes del Ministerio de Economía y Finanzas.
Madre de Dios ocupa actualmente el sexto lugar en la producción de oro y, según las estadísticas del Ministerio de Energía y Minas, tiene una participación del 6% de la producción nacional. Sin embargo, las cifras oficiales que se manejan sobre la producción de oro en Madre de Dios, siempre hay que mirarlas con cuidado, ya que no podemos dejar de anotar que no es la primera vez que se observa que un porcentaje del oro producido en esta región no tiene identificado un destino concreto.
Por ejemplo, en los últimos años se ha notado el incremento en las exportaciones de oro de países vecinos, como Bolivia que no son importantes productores. Una hipótesis que se baraja es que parte importante del oro extraído en Madre de Dios se estaría desviando de contrabando hacia Bolivia.
Lo cierto es que las rutas del oro ilegal cambian permanentemente, precisamente para evitar controles e interdicciones y así seguir llegando a destino. A todas luces las responsabilidades son compartidas entre los países productores y los mercados de destino.
Fuente:http://cooperaccion.org.pe/peru-el-principal-exportador-de-oro-ilegal-a-suiza/?fbclid=IwAR3Wd0Bcoll_ggcI5qmNGfMVyeBzRS7bXWgGjUPQqyzsjQeKb4x2rxScNDg