Eduardo Manzanares Acuña, investigador de la Unidad Académica de Ciencias Nucleares de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), aseguró que hay población infantil contaminada con plomo (Pb) en huesos y sangre en las zonas mineras del estado, sin que las autoridades intervengan.
Explicó que el metal “proviene de las prácticas mineras, para la obtención de metales preciosos como la plata y el oro, mismos que tienen una aleación con el plomo, al obtenerse lo que se busca el resto se deja como desechos mineros y esta molienda contamina a la población”.
Una de las vías principales por las que se da el envenenamiento, detalló, es mediante las ropas de los trabajadores de las minas, quienes al volver a sus casas llevan consigo los restos del metal y dejan dentro de la casa restos de plomo que los niños, principalmente cuando gatean, se llevan a la boca.
Aseguró que de acuerdo con estudios realizados por la Unidad Académica, al menos 70 por ciento de los niños de una zona minera pueden verse afectados, tal como sucedió en un estudio realizado en el municipio de Vetagrande.
Recordó que fue ahí, donde se realizó una intervención y se logró disminuir en 16 años la presencia de plomo en sangre de 74 por ciento de contaminación en niños en 1998, a 10 por ciento en 2014.
Manzanares Acuña expuso que mediante la concientización de la población para que los trabajadores tomaran las medidas necesarias y el apoyo de la responsable de la clínica del DIF Vetagrande, María Yolanda Vázquez Delgado, se dotó a los niños de los nutrimentos necesarios para atacar el problema.
“Es urgente que las autoridades realicen estudios para detectar la contaminación que existe en la población infantil de la entidad, principalmente en los municipios de Fresnillo, Noria de Ángeles, Jiménez del Teul, Sombrerete, Chalchihuites e inclusive en la capital donde ya han sido detectados casos de niños con altos niveles de Pb”.
Explicó que la Norma Oficial Mexicana SSA1-2000 señala que la existencia de un sólo caso de este tipo requiere la atención de las autoridades, sin embargo, esto no sucede.
La NOM, afirmó, contempla que los niveles máximos de plomo en sangre son 10 microgramos por decilitro, sin embargo se tiene conocimiento de daños a niveles menores.
Catalogó el envenenamiento por plomo como prevenible, ya que está relacionado con la pobreza alimentaria, por lo que la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ) debería proveer de complementos alimenticos a los infantes en riesgo y de esa manera evitar la problemática.
El académico aseveró que este envenenamiento provoca daños en el crecimiento y retrasa el aprendizaje, disminuyendo el coeficiente intelectual, así como enfermedades mentales cuando el plomo se transmite de madre a hijo.
La exposición a este metal, agregó, dependiendo de las concentraciones de plomo en sangre y en tiempos de exposición, puede provocar daño hematopoyético, inmunológico, esquelético, renal y en los sistemas nervioso central y periférico.