No me había puesto a pensar que la Iglesia Católica es accionista de empresas que violan derechos humanos y están explotando petróleo y minería. Una buena acción sería desinvertir. Lo deberían hacer. Por allí se debería empezar. Tal vez es mucho más fuerte que acompañarnos en las marchas. Porque, que le quiten el dinero a quienes nos están haciendo daño, eso sí les va a doler (a las empresas)”.
Así irrumpió la voz de Patricia Gualinga, ante cardenales, obispos, religiosas, religiosos, laicos y otros líderes indígenas presentes en el Seminario Internacional sobre “Ecología Integral” en Washington, organizado por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), en el que se preparan propuestas para llevar al Sínodo de la Amazonía.
“La campaña de desinversión de parte de las instituciones de la Iglesia es urgente y necesaria”, continuó la lideresa kichwa de Sarayaku, ante los aplausos del auditorio. Luego, pidiendo perdón a los obispos, les lanzó otro desafío:
“Yo me pregunto, por qué la Iglesia no declara como pecado mortal la destrucción de la Amazonía, la destrucción de la naturaleza… No es acaso pecado el matar, y se está matando la naturaleza, por lo tanto, se está cometiendo pecado”, ante nuevos aplausos de parte de los representantes eclesiales.
Después de su destacada intervención, el Padre Dário Bossi, coordinador de la red ecuménica Iglesias y Minería, dialogó con Patricia Gualinga y la lideresa volvió a insistir en que las inversiones que tiene la Iglesia en minería y en petróleo están violentando los derechos humanos de los pueblos indígenas de la Amazonia y reitero su pedido a la Iglesia Católica que retire su dinero que le está generando muerte al planeta. “La Iglesia tiene que desinvertir, tiene que retirar ese dinero que están usando para violentar los derechos de los pueblos, para destruir la naturaleza, para desequilibrar este planeta Tierra. Tiene que empezar a invertir en cosas que sean sustentables que den vida al planeta, no que generen muerte.”
“Pedimos a la Iglesia Católica que desinvierta y empiece a invertir en cosas que sean de beneficio para la humanidad y que no sean de muerte”, reiteró la lideresa kichwa.
Refirió que actualmente en el Ecuador, se ha incrementado la minería a gran escala en la provincia de Morona Santiago. Destruyendo las grandes montañas de los pueblos originarios. “Destruyen la madre tierra, contaminan la madre Tierra, pero sobre todo destruyen a los pueblos indígenas. Y con eso, destruyen lo importante de los ecosistemas amazónicos.”, denunció Patricia Gualinga.
Haciendo un llamado también al mundo para proteger a la Amazonía, agregó “es importante que el mundo entienda que la protección de la Amazonía, es vital, es fundamental, no solo porque es el pulmón del mundo, sino porque también es una de las fuentes de agua dulce más importantes del planeta. Un lugar biodiverso que se conecta con hilos invisibles en todo el mundo para equilibrar los ecosistemas.”
El pueblo de Sarayaku es muy conocido por su resistencia y lucha emblemática y que ha logrado triunfar ante un panorama que decían que era imposible luchar contra grandes empresas petroleras que tenían el apoyo de los gobiernos. Después de más de 10 años de resistencia y lucha lograron expulsar de su territorio a la empresa petrolera argentina CGC y ganar un juicio al Estado de Ecuador por haber permitido violaciones a los derechos de los pueblos indígenas. Una lucha que no ha terminado dice Patricia Gualinga “Hoy continuamos en la lucha. Y yo, como mujer amazónica estoy tratando que varias mujeres de las nacionalidades también nos juntemos para luchar de manera conjunta en cada uno de sus territorios y apoyarnos mutuamente”, sostuvo la lideresa del pueblo originario Kichwa de Sarayaku, en la Amazonía de Ecuador.