04 de Enero 2012
Esquel, 30 de diciembre de 2011 SR. AGUSTIN MORAN DIRECTOR DIARIO «EL OESTE» s/d – De mi mayor respeto:
Aunque con mayor demora de la deseada, dirijo a Ud. esta carta para manifestarle mi profundo disgusto e indignación por el tenor del artículo titulado: «Iglesia Católica en Esquel – No estamos en contra de la minería sino de los procesos que atenten contra la vida humana», publicado por el Diario El Oeste el día 13 de diciembre del corriente mes. Si no lo hice antes es porque me encontraba fuera de la ciudad y porque al tomar conocimiento del artículo periodístico de referencia decidí tomarme unos días para reaccionar con mayor serenidad.
En primer lugar permítame decirle que me parece muy poco profesional armar un artículo periodístico desgrabando una entrevista radial, cuando siempre han tenido la posibilidad de realizarla personalmente; es más, esa mañana se realizó la conferencia de prensa del Equipo de Pastoral Social y su «notero» estuvo presente. Dicha falta de profesionalidad se evidencia también en la cantidad de errores de tipeo de los que está plagada la nota (personalmente desearía que un periódico realizase una cierta «docencia social» acerca de nuestro idioma, con la pulcritud con que presente las notas), alterando a veces el sentido de mis afirmaciones.
Al mismo tiempo me parece muy poco ético, más aún, deplorable, que dicha desgrabación haya sido hecha parcialmente, invirtiendo el orden de los conceptos vertidos en la entrevista radial, con una evidente manipulación del sentido de los conceptos vertidos de mi parte. Baste hacer notar que todo el diálogo partió de la Declaración hecha por el Equipo de Pastoral Social y de nuestra oposición a la megaminería a cielo abierto, con efectos destructivos y contaminantes, pero de dicha Declaración no se cita siquiera un párrafo (aun reconociendo que Uds. la había publicado el día 5/XII), y de todas mis afirmaciones se utiliza como título de tapa y del artículo una frase que recién apareció al final de la entrevista con el Sr. Bustos, accediendo a usar los términos que él mismo propuso, es decir «que estamos en contra de ciertos procesos», concluyendo luego que es imposible ser católico y apoyar emprendimientos (y no solo procesos) que atentan contra la vida humana. Por otra parte, en ningún momento se menciona explícitamente que declaré abiertamente que estamos en contra de la megaminería a cielo abierto, con efectos contaminantes. La declaración del Equipo Pastoral Social no es solo un listado de «preocupaciones» (tal como versa en uno de los subtítulos), sino una toma de postura frente a algunas situaciones que se han reavivado.
Me pregunto: ¿por qué se le da más espacio en el diario a mi entrevista radial que a la conferencia de prensa del Equipo de Pastoral Social? (basta ver el espacio gráfico dedicado a una y a otra); ¿si les resultaba tan importante mi entrevista radial, por qué no la transcribieron correctamente –insisto en este concepto- y en forma ordenada y completa para que no sea tergiversado el sentido de mis expresiones?…
Personalmente me siento agraviado por este tipo de manejo de la información, pues para un lector desprevenido puede parecer que casi estoy a favor de este tipo de emprendimientos mineros. De hecho, algunas personas se acercaron a preguntar si yo había cambiado de postura, o si jugaba a dos puntos.
Por otra parte, creo que debo realizar este descargo por respeto al resto del Equipo de Pastoral Social, que tanto trabajó en la elaboración de la declaración y que ve así opacada su labor.
Me agradaría que se disculpasen, sobre todo ante la opinión pública y dejasen aclarado que estoy enrolado en las filas de quienes dicen «NO» a este tipo de minería que se nos quiere imponer en nuestra zona/provincia. Al mismo tiempo le(s) solicito que no se publique ninguna otra declaración mía sin mi explícito consentimiento.
Sin otro particular y agradeciéndole la atención dispensada, le aseguro mis oraciones para que el Señor de la historia y de la Vida lo ilumine en su labor, y lo saludo atte.
P. Vicente Tirabasso (sdb)
PD: con esta carta doy por cerrado este asunto y no me prestaré a nuevas declaraciones al respecto