El derrame de cianuro en la explotación minera de Pascua-Lama en las alturas de los Andes, entre Argentina y Chile, ha puesto en el foco las acciones de la empresa canadiense Barrick Gold, en cuya historia se mezclan los intereses ocultos del tráfico de armas y de la CIA.
Pascua — Lama se encuentra a una altura de entre 3.800 y 5.200 metros sobre el nivel del mar, a diez kilómetros de la mina Veladero, que tiene 15.4 millones de onzas de reservas de oro y 674 millones de onzas de plata y es uno de los proyectos mineros más grandes del mundo: en 2012, la Barrick estimó los costos en 8.500 millones de dolares, casi tres veces el valor inicial.
75% del oro está en Pascua, del lado chileno, y en Lama, del lado argentino, se saca el agua necesaria para la extracción de oro.
El senador Pino Solanas, conocido por su trayectoria en la defensa de los recursos naturales, dijo a Sputnik Nóvosti, que “las mega mineras como la Barrick Gold gozan de un estatus especial a partir de la reforma ultra liberal de la legislación minera llevada a cabo en los años noventa, financiada por el Banco Mundial, que la impulsó en 70 países con grandes reservas de metales. Se le otorgan a la mega minería de metales a cielo abierto con uso de cianuro, ventajas impositivas, establidad fiscal por treinta años, exención de todos los impuestos, importación de maquinaria sin derechos aduaneros”.
Gracias al pacto minero firmado en 1997 por los presidentes Carlos Menem de Argentina y Eduardo Frei de Chile, “inventaron un tercer territorio para la mega mineria que es tierra de nadie, con aeropuertos y policías privadas. Es colonialismo puro”, agrega. “Les otorgan 500 o 1.000 hectáreas arriba de la Cordillera, que se convierten en territorios extra nacionales, porque están cercados, son verdaderos estados dentro del estado, donde nadie controla sus métodos extractivos”, continúa.
Las mega mineras “se apropian sin pagar nada, de millones de litros de agua potable para lavar los metales en grandes piletas a cielo abierto, vertiendo de 80 a 100 millones de litros de agua por día, mezclada con 10 a 25 toneladas de cianuro. Hay fallas, grietas, son zonas sísmicas, los yacimientos están construidos sobre glaciares, falsificando los mapas originales, porque está prohibido tocar los glaciares”, continúa.
Lo más escandaloso, según Solanas, es que “como no lo refinan en el país, exportan un concentrado de más de 60 metales sin control público, con una declaración jurada de la empresa, pero solo pagan regalías sobre oro, plata y cobre, y no sobre otros 20 metales que son más valiosos que el oro y la plata”, denuncia. “Eso es contrabando consentido”. Según el senador, las mineras dejan en el país apenas 1% de lo que extraen, pues del 3% de regalías deben pagar, descuentan todos los gastos de extacción, transporte y seguros.
Ocho provincias prohibieron la minería a cielo abierto en Argentina, a raíz de las protestas populares, y en 2013, la justicia chilena ordenó suspender el proyecto Pascua-Lama, respondiendo a una demanda de comunidades indigenas preocupadas por el uso del agua. Esto, más la caída de los precios mundiales del oro, provocó pérdidas enormes a la Barrick Gold, que tiene una deuda de 13.000 millones de dólares, y cuyas acciones cayeron a su punto más bajo en 24 años.
Barrick Gold fue fundada por el traficante de armas árabe Adnan Khashoggi, que colaboró con Estados Unidos en el escándalo de los contras en los años ochenta, durante el gobierno de Ronald Reagan. El actual candidato republicano Jeb Bush, ex gobernador de Florida, y su abuelo, el ex presidente George H.W. Bush, fueron parte del comité internacional de asesores de la empresa, de acuerdo con el sitio Buzzfeed.
Peter Munk, quien dirigió la empresa hasta 2014, dijo, según Financial Post, que Pascua Lama es “un desastre de tal magnitud, que se escribirán libros sobre él”.