A un mes nada más ni nada menos que uno de los proyectos que mayor polémica ha levantado, precisamente en el ámbito ambiental, en los últimos años en el país: el proyecto aurífero Pascua Lama.
Empresa Minera Nevada, filial de la aurífera canadiense Barrick, decidió recurrir a la Justicia Ambiental en contra de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), luego de que esta instancia desestimara una autodenuncia hecha por la propia empresa, que buscaba establecer medidas de mitigación, proposición que fue rechazada por esa institución luego de declararla inadmisible.
El recurso interpuesto por Barrick consiste en el reconocimiento explícito de un incumplimiento a la resolución de calificación ambiental (RCA), que plantea no sólo el permiso de iniciar las obras de una inversión determinada, sino también las obligaciones a las que se compromete la empresa.
Barrick incumplió una de estas obligaciones, concretamente en lo relacionado con el manejo y cuidado de los glaciares, para lo cual solicitó la búsqueda conjunta de medidas de mitigación con la SMA, cuestión que la agencia estatal no autorizó.
De esta manera, y con fecha 1 de abril, ingresó al tribunal la causa rol 1-2013, que contrario a lo que se esperaba -que fuera la SMA la que denunciara a privados- en este caso es la titular del proyecto Pascua Lama la que decide recurrir contra el organismo fiscalizador.
«Resulta evidente que la SMA incurrió en un error al no dar ha lugar al recurso jerárquico por considerarlo inadmisible y, por ende, no atender el fondo del asunto recurrido, en circunstancias que dicho recurso era pertinente», planeta en su escrito la titular de Pascua Lama, proyecto que aún se construye y que ya ha visto elevarse su costo hasta los US$9.000 millones.
El documento agrega que «resulta imperioso» que la Justicia Ambiental «acoja la presente acción en todas sus partes y, en definitiva, deje sin efecto la Resolución Exenta N° 133 (…) y reestablezca el orden del procedimiento administrativo, ordenándole a la reclamada resolver derechamente el recurso de reposición y jerárquico interpuesto».
Pero las preocupaciones de Barrick no terminan allí.
La empresa espera ser notificada de una nueva sanción, esta vez por parte del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Atacama por 1.000 UTM, cifra que equivale a cerca de $40 millones, por falta a dos obligaciones de la RCA relacionadas con los planes de monitoreo de glaciares.
NUEVA MULTA
Esta se convierte en la tercera denuncia interpuesta por el SEA de Atacama, que se suma a una multa de la SMA conocida la semana pasada.
A través del vicepresidente de Asuntos Corporativos de Barrick Sudamérica, Rodrigo Jiménez, la empresa se refirió en particular a la multa del SEA de Atacama, sobre la cual dijo estar a espera de más antecedentes para evaluar y definir las acciones a seguir.
«Estamos a la espera de la notificación por parte de la Comisión de Evaluación Región Atacama, luego de lo cual analizaremos sus fundamentos y definiremos las acciones correspondientes en el marco de lo que establece la institucionalidad ambiental para estos efectos. Quiero ser muy enfático en señalar, una vez más, que en Barrick estamos plenamente comprometidos con el cumplimiento de nuestras obligaciones legales, ambientales o de cualquier otro tipo», explicó.