La solución con cianuro que hace más de un mes provocó el último escándalo de Barrick Gold en Argentina seguía brotando a borbotones de una de las tres inmensas tuberías averiadas de la mina Veladero, en los Andes. Aunque el cianuro -que se usa para extraer el oro de las rocas- no llegaba a salir del valle de la mina porque caía dentro de una malla de contención, fue el tercer derrame en un año y medio llevó a las autoridades a suspender parte de las actividades de la mayor minera aurífera del mundo.
El juez que investiga el último incidente acaecido a fines de marzo y un funcionario de la provincia de San Juan, donde está Veladero, dijeron que luego del segundo derrame en septiembre del 2016 la empresa desoyó advertencias sobre los riesgos de otro accidente.
Por la reincidencia, las autoridades podrían decidir una multa histórica mayor a los casi 10 millones de dólares que tuvo que pagar Barrick por el primer derrame ocurrido en el 2015, cuando contaminó ríos cercanos. También podrían establecer penalidades para ejecutivos e incluso funcionarios locales.
Después del segundo derrame, efectivos de la policía especial que vigila a las mineras, «habían exigido el cambio de una cañería porque estaba exudando, en principio. Habían advertido algunas pérdidas dentro del valle de lixiviación», aseguró a Reuters el juez penal de Jáchal -una de las ciudades más cercanas a la mina, en San Juan- Pablo Oritja.
«Si se hubieran cambiado esos caños como habían exigido, en principio el desacople (de los tubos) no se hubiera producido», dijo el juez.
El magistrado tiene en su poder tres actas -labradas entre diciembre y febrero por la policía minera de la provincia- que fueron incumplidas y que dieron pie a un proceso administrativo para sancionar a Barrick Gold.
La empresa dijo que se trata de un trabajo en curso.
«En todas las minas hay siempre procesos en marcha para responder e implementar acciones regulatorias que llevan tiempo completar, e involucran discusiones en desarrollo con los reguladores», explicó el portavoz de Barrick, Andy Lloyd.
En un correo electrónico, Barrick dijo que también se le solicitó que elevara la barrera -conocida como berma- que impide que la solución con cianuro escape de Veladero, la construcción de desniveles y el añadido de cámaras de monitoreo, entre otros puntos cumplidos por la empresa.
Veladero, la tercera mina de oro de Barrick a nivel mundial, produce más de 540.000 onzas de oro al año, que representan exportaciones por casi 700 millones de dólares.
Por el momento, la Justicia prohibió a Barrick agregar cianuro a la solución ya existente en el valle de lixiviación -donde se separa el oro de las rocas-, que continúa circulando en un circuito cerrado, pero con los ductos aún sin reparar.
Esta medida detuvo parte de la operación de Veladero.
TAREAS PENDIENTES
El Gobierno de San Juan aseguró que después del segundo incidente se le exigieron a Barrick medidas urgentes.
«Lo que se le pidió es que se hiciera una evaluación del estado de la cañería. Eso quedó pendiente de cumplimiento», señaló el ministro de Minería de la provincia de San Juan, Alberto Hensel, en una entrevista con Reuters, que supervisa el cumplimiento de las regulaciones.
Lloyd de Barrick explicó que ese estudio se completó, pero recién «en el último par de semanas» y se presentó al Gobierno de San Juan.
Una fuente del Ministerio de Minería provincial que prefirió el anonimato, dijo que en el pasado directivos de Barrick y hasta funcionarios del Gobierno provincial desoyeron advertencias de los empleados de Veladero y de la policía minera, que conocían los problemas de infraestructura que llevaron a derrames previos.
PLAN DE OBRAS
Barrick, que acaba de vender por 960 millones de dólares el 50 por ciento de su participación en Veladero a la china Shandong Gold, presentó a fin de abril un plan de inversiones por 500 millones de dólares como parte de las reformas que, tras el derrame de marzo, pidió el Gobierno de San Juan para permitir que la mina vuelva a operar normalmente.
«Este monto es el capital estimado necesario para sostener las operaciones en la mina por los próximos cinco años, incluyendo la próxima fase del valle de lixiviación», dijo Barrick a Reuters.
Sin embargo, el plan aún debe ser aprobado por autoridades de San Juan, quienes tienen la última palabra porque los recursos subterráneos de la provincia están bajo su jurisdicción. Esta semana se espera un veredicto, que podría consistir en permitir la operación normal de la mina, paralizarla por completo o darle más plazo a la empresa para presentar otro plan.
«No alcanza con que Barrick presente el proyecto o el plan integral, sino que ese plan integral debe ser ejecutado de acuerdo con las exigencias que hemos nosotros impuesto (…) Si no hacen las obras que nosotros les exigimos no hay ninguna posibilidad de que Barrick vuelva a operar», dijo Hensel.
«NEGLIGENCIA»
Veladero es tan monumental como las montañas que la rodean: situada a 4.000 metros de altura en medio del árido paisaje de los Andes, solo se comunica con las poblaciones cercanas a través de un camino privado de ripio de 150 kilómetros, por el que Reuters vio llegar a la mina camiones con cianuro.
Tras iniciar sus operaciones en el 2005, se esperaba que Veladero tuviera una vida útil de 13 años, que luego se extendió hasta el 2024.
«Este es un proyecto que estuvo diseñado para una cantidad de años acorde en aquel entonces cuando se puso en marcha a las reservas que se tenían cuantificadas», dijo el ministro Hensel.
«El potencial geológico minero de la provincia de San Juan ha permitido extender la vida útil de la mina. Lo que hay que hacer es acondicionar la mina a ese tiempo de extensión de la vida útil. Esto qué significa: nuevas cañerías, mejores sistemas de monitoreo, nuevas membranas», añadió.
Luego del último derrame, funcionarios del Ministerio de Ambiente de la Nación viajaron a Veladero para monitorizar las condiciones de trabajo y el estado de las instalaciones. La cartera presentó una denuncia penal ante la Justicia de San Juan por posible contaminación, que fue descartada.
«Cuando subimos para ver el incidente verificamos que hay cosas pendientes que la empresa tiene que hacer. Cómo guarda el residuo peligroso, cómo lo manipula. Eso no está en condiciones», dijo a Reuters el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, quien pidió detener la actividad de Veladero.
Parte del equipo de Bergman fue testigo de que los residuos peligrosos están a la intemperie y el personal los manipula sin protección, irregularidades que constituyen infracciones.
San Juan es una de las provincias argentinas más amigables con la minería, por lo que el incidente de Barrick podría afectar a todo el sector, que intenta combatir la fuerte resistencia cultural a la actividad que hay en el país.
En la principal ciudad cercana a la mina, Jáchal, se puede ver en los suburbios grafitis con la leyenda «Fuera Barrick» acompañada de una calavera con dos huesos cruzados.
Muchos de los 21.000 habitantes de la ciudad exigieron el cierre de la mina en protestas tras el primer derrame.
Los vecinos dijeron que han detectado un total de 10 derrames de la mina. Un estudio que encargaron a la Universidad de Cuyo reveló que, en uno de los ríos de la zona, creció exponencialmente la presencia de metales pesados, que pueden causar daños al sistema nervioso y problemas reproductivos.
El juez que investiga los derrames ordenó tomar muestras de sangre de los vecinos para ver si han sufrido problemas de salud relacionados con el derrame de cianuro.
Barrick niega que haya afectado el medioambiente o la salud de los pobladores. «La reiteración de incidentes implica negligencia», dijo Bergman.