Desde el aire se observa la devastación y en la superficie se escuchan las voces sobre la consecuencias ambientales del desarrollo de un proyecto de minería a cielo abierto en cerro Petaquilla. Una garita de seguridad y un letrero te advierten que has llegado a una de las entradas del proyecto por el área de Molejón, Coclesito, al norte del país, a 180 kilómetros de la ciudad Capital.
La deforestación empezó con la explotación de oro por la empresa de capital panameño Petaquilla Gold y ha continuado con la explotación de cobre por parte de Minera Panamá, subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals.
Petaquilla Gold y Minera Panamá son dos empresas distintas, pero con un mismo norte: la explotación de minerales en cerro Petaquilla bajo un solo contrato avalado por la Asamblea Nacional (Congreso) y la destrucción de bosques en un área con una alta biodiversidad regional: el Corredor Biológico Mesoamericano, que conecta a los siete países de Centroamérica y el sur de México.
En Panamá, esta joya natural se ha visto gravemente afectada y su destrucción empezó hace 10 años. En este reportaje se presentan imágenes satelitales que muestran el avance acelerado de la deforestación, como consecuencia de las actividades mineras que devastan uno de los pulmones de Panamá, y la historia detrás con un equipo de Mongabay Latam recorriendo la zona.
La deforestación en cifras
La concesión, otorgada mediante contrato ley No. 9 del 25 de febrero de 1997, abarca un área de 13 000 hectáreas que equivale más o menos a 60 veces el tamaño del distrito Capital. De esta cifra no se tiene claro qué porcentaje ha sido destinado al proyecto de cobre que desarrolla Minera Panamá, pero en el estudio de impacto ambiental de la obra se especifica la cantidad exacta de afectación: 5900 hectáreas, de las cuales alrededor de 5500 son bosques tropicales de tierras bajas, 320 hectáreas que ya han sido devastadas por “actividades antropogénicas” y 25 hectáreas que corresponden a cuerpos de agua y ríos de agua dulce. Tres importantes cuencas hidrográficas están dentro del área de influencia de la minería: río Petaquilla, río Caimito y río San Juan, estos dos últimos, a su vez, cuentan con ocho afluentes.
“Se ha demostrado que las actividades de desbroce del bosque tropical podrían provocar cambios en las condiciones climáticas y biológicas locales en los bosques adyacentes a las áreas devastadas”, reconoce el estudio de impacto ambiental que realizó Minera Panamá, que a diferencia de Petaquilla Gold esperó la aprobación del documento por la Autoridad Nacional de Ambiente, ahora, Ministerio de Ambiente para iniciar los trabajos de construcción.
Continuar el articulo en: https://paper.li/MovimientoM4/1384392462?fbclid=IwAR3rYc88pmLDu-TSY_A7A7tX79syfUhhL-5DDo_Dcy4TUrJGmz7sAfSzYS8#/